marzo 10th, 2008

Envases que imita a la naturaleza

Japanese Packaging Design #6: Imitating Nature

Que a los japoneses les encanta el plástico es algo obvio, comidas y bebidas de extraños colores en envases plasticosos de formas imposibles, esa es la imagen que la mayoría de las veces exportan a occidente.

Pero debido a ese amor que tiene por las tradiciones también nos sorprenden con increíblemente bellas formas de empaquetar sus productos, sobre todo tratándose de alimentos frescos.

En el libro How to Wrap Five More Eggs, podemos alucinar viendo el esmero que ponen en este tipo de packaging, que en sus expertas manos, se eleva a la categoría de arte.

Utilizan materiales naturales como papeles reciclado, tejidos de algodón y en muchos casos hojas, bambú, corteza de árboles, piel de frutos, paja … materia orgánica que entretejen y pliegan componiendo formas que mucho tiene que ver con el origami.

Este tipo de envases naturales surge de la necesidad de conservar los alimentos frescos aunque también intentan facilitar su transporte. Los de ahora han perdido esas características, porque la mayoría de las cosas se conservan en frigoríficos, a los que llegan directamente en bolsas del supermercado.

Este tipo de delicatessen artesanales no está al alcance de todo el mundo, los costes de la fabricación a mano, encarecen tanto estos productos, que las empresas han tenido que ingeniárselas para crear un tipo de packaging, que producido en serie, conserva esa apariencia natural y hecha a mano.

En Pingman han recopilado piezas originales y su imitación industrial y algunas desde luego dan el pego, aunque las originales por supuesto siempre ganan, no sólo estéticamente sino por el placer que conlleva abrir cada uno de estos paquetitos tan primorosamente elaborados.

Si no sois capaces de distinguir el original y la copia, en el artículo original lo desvelan.


Mmmmmmmm, me voy corriendo a un japo…

Fotos tomadas prestadas de Pingman y de Roughstock Studios.

febrero 11th, 2008

Estantería que hay que atar en corto


Por fin encontré la información del mueble-librería- estantería que un día vi en un escaparate de Londres y del que no tenía información ninguna, solo una mala foto y un vago recuerdo.

Me encanta cuando esto sucede, de golpe, sin proponértelo, zas, das con lo que te habías vuelto loca buscando, es la magia de la red, casi todo suele aparecerme antes o después.

Bueno pues ahora se que se llama Assemblage y que ha sido diseñada por la empresa italiana Seletti.


Es un mueble con cierto aire de provisionalidad, compuesto por 10 módulos cuadrados, sin trasera ni delantera, fabricados en madera y serigrafiados en negro con motivos: figurativo, floral, tipográfico, ornamental, cuadriculado…

Todas las piezas son de distinta medida, cada una un poco más pequeña que la siguiente, por lo que se acoplan unas dentro de otras, ocupando el mínimo espacio.

Cuando se monta, adquiere un aspecto, algo desequilibrado, debido a que las piezas no encajan perfectamente y hay que sujetarlas con unas correas, que son las que le dan consistencia al conjunto.


El resultado final… de lo más divertido. Aunque no se muy bien si será todo lo seguro que debiera, yo por si acaso, no la llenaba de objetos pesados.

Por lo demás… de lo mas apetecible.

octubre 25th, 2007

Estanterías con forma de escultura


Hay muchas razonas por las que es una pena tener un piso pequeño. A las que todos conocemos, hoy quiero añadir una más, no poder poner las estanterías de la empresa Sloom & Slordig que he visto en Swissmiss.


Más que de una librería, debería hablar de una escultura muy especial, porque en ella las aficiones literarias del dueño son las que van conformando la apariencia de la pieza y de esta manera, forma y contenido se acoplan a la perfección en un desorganizado orden de lo más interesante.


Me gustan los dos modelos, el Stapelkast, donde cada libro tiene su propio espacio independiente, con lo que se consiguen mil formas distintas y además es fácilmente adaptable a cualquier espacio.


En el modelo Extended Kast cada pieza puede contener varios libros colocados unos encima de otros.


Ambos modelos están fabricados en madera, con acabado natural y en los laterales se pueden elegir colores. Además se pueden comprar en multitud de tamaños, para que quepan todo tipo de libros.


No se si ahora entenderéis, por qué me gustaría tener una casa más grande.

octubre 10th, 2007

Cafetería que sube y baja


Al cambio de uso y el reciclaje de contenedores de mercancía ya no hay quien l0 pare. Los he visto convertidos en cómodas casas, iglesias, museos, restaurantes, tiendas y por supuesto bares.

Pero ¿podrían convertirse en modernos quioscos de comida u bebida de los que se ven por las calles de algunas grandes ciudades?

He leído en The Coolhunter que el arquitecto Alan Kalkin, que tenía experiencia en casas fabricadas a partir de estos contenedores, convirtió algunos de ellos en cafeterías provisionales que se utilizaron en la 52 Bienal de Venecia.

Y no se limitó a abrir un hueco y poner una barra dentro, esto hubiera sido lo fácil. Se complicó un poquito más la vida y creo un mecanismo que pulsando un botón y en 90 segundos, desplegaba todos los lados del cubo metálico para dejar a la vista una cafetería completamente montada y colocada, con su barra, zona de descanso y mesas y sillones para relajarse, lamparas y todo lo necesario en las cafeterías al uso.

Los muebles están completamente unidos a las paredes del contenedor, de manera que cuando se cierran estas, estos muebles se elevan a medida que lo hace la pared, hasta quedarse en posición vertical.


De esa manera, cuando se cierra la cafetería, todo queda perfectamente recogido y guardado dentro del pequeño espacio interior del contenedor. Cuando se va a usar, se despliega como una flor, con lo que aumenta su espacio de manera evidente.

Y el patrocinador de estos espacios, es la empresa de Cafés Illy, que en un principio los utilizó como zona de descanso, en el recinto de la Bienal de Venecia, pero que al ver el éxito de la iniciativa, ha decidido ampliarla, instalando un prototipo en el Time Warner Center de New York que se podrá utilizar hasta el 29 de diciembre.

Si realmente funciona a toque de botón, parece una manera fácil y cómoda de acercar un café caliente, algo de comer y una zona de descanso, a los peatones, que con prisa se desplazan por la ciudad.

Porque, aunque aquí no hay mucha costumbre de comer en puestecillos de la calle, en otros países es una practica de lo más habitual. Eso sí, creo que, habría que variar un poco su sofisticada decoración, para hacerla más acogedora y apetecible a los viandantes, y seguramente añadir unas estufas en los periodos de frío intenso.

Por lo demás, son muy funcionales y cuando cambia el producto a vender o el sitio de moda, se transporta a otra ubicación y punto.

octubre 7th, 2007

Techos para los sin techo


La estética es muy importante, vaya perogrullada, a todos nos gusta rodearnos de cosas agradables a la vista y no nos planteamos si son necesarias, si ya tenemos otras parecidas o si realmente están bien diseñadas para la función que deben desempeñar, pero claro… son tan bonitas. Y lo mismo pasa con las personas.

Pero muchas veces ocurre, que la estética se utiliza ilícitamente para ocultar cosas desagradables, feas o que no interesa que se vean. Eso me fastidia.


Y ese sentimiento de fastidio,lo he sentido cuando leyendo un artículo de Web Urbanist me he encontrado con el post «Creative Urban Furniture: Convertible, Inflatable & Portable Homeless Shelters» en el que hacen mención a algunas iniciativas para facilitar la vida de los los sin techo.

Son buenas ideas y la mayoría parecen más o menos realizables, aunque dudo mucho que los ayuntamientos, sean quienes gasten su dinero en acciones que sacarían aún más a la luz realidades tan «poco estéticas» como que los vagabundos duermen en las calles y mucho menos que faciliten que esto siga pasando.


Pero sí, es un hecho innegable, aunque se quiera ocultar, que hay gente que duerme en las calles, me encuentro con ellos todos los días incluso en el descansillo de mi casa y creo que se podría hacer un pcoquito más fácil su vida con mínimas inversiones y buena voluntad.

Y eso es lo que han pensado los autores referenciados en ese artículo, donde me llama la atención sobretodo el proyecto paraSITE que aprovecha las máquinas de aire acondicionado que expulsan el aire al exterior, para hinchar con él una especie de refugio, que cuando está vacío, no ocupa nada por lo que es fácilmente transportables.


Las demás ideas también me gustan, todas menos una, la que me fastidia, es la creación de Agustín Otegui, que ha ideado la Urban Shell, una especie de refugio metálico, que de tan estético y bonito que es, me resulta incompatible con su función.

No es que se le puedan poner muchas pegas en cuanto a diseño, es decorativo, se desplaza y es multifuncional. Sirve de carrito con el que transportar las pertenencias de su dueño, además de mantenerlas a buen recaudo, tiene cierre de seguridad, y además se convierte en habitáculo para pasar la noche.


Si es invierno, te protege del frío y si es verano se puede ampliar mediante una especie de toldo para dormir agradablemente al aire libre.

Todo perfecto, si no fuera porque no estamos hablando de una tienda de campaña para que los niños con dinero se vaya de acampada con todas las comodidades. Nada más alejado de la realidad, se trata de una casa con la que los indigente tienen que ir todo el día cargados.


Y esta solución no parece ni ligera, ni rápida de montar, ni mucho menos barata. Vamos, que a mi entender no ha dado con el público objetivo del producto ni por asomo.

Se me ocurren varias preguntas para el autor ¿quién se la va a proporcionar a los necesitados, con lo cara que debe ser? ¿no parece un poco ostentosa para llevarla por las calles sin llamar la atención? ¿No causará problemas a los dueños el despliegue que hay que hacer para usarla?


No me extraña nada que no haya sido una de las propuestas ganadoras ni mencionadas en el concurso Shelter in a cart organizado por Designboom, al que se presentó y en el que se pedían soluciones habitacionales y de transporte de pertenencias para indigentes.

Si se echa un vistazo a este concurso se verá que había ideas muy ingeniosas, ligeras, rápidas de montar y con una estética de acuerdo a las condiciones de vida de los posibles usuarios.


Pero todas estas bienintencionada ideas no resuelven el problema de cómo se van a hacer los indigentes con ellas. Algunas no parecen ser muy caras pero aún así, no me explico cómo conseguirlas sin dinero.

Y si las reparte alguna institución, ¿cómo demostrar que se está necesitado de una?, ¿te pones en una fila como cuando reparten la comida? o ¿hay algún registro de indigentes, que te acredite como tal?.


Así pues, para mí, aún siendo la más sencilla, la mejor solución de todas las que he visto para este post, es la que plantea el Ejercito de Salvación de Estados Unidos. Una manta al alcance de los indigentes, situada en puntos estratégicos, que cumple una doble función, servir como abrigo para todo el que lo necesite, (sólo hay que descolgarla de la pared y usarla), y además ser un soporte publicitario para hacer llegar a todos, un mensaje de concienciación sobre la realidad de los indigentes.

Y vamos a dejar la estética para otro momento…




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