febrero 15th, 2011

Un proyecto trufado…

Muy inspirador el trabajo arquitectónico de Ensamble Studio y Anton García Abril.

El nombre Truffe describe a la perfección la naturaleza de este pequeño habitáculo en forma de piedra, que ha sido creado para mimetizarse con un entorno natural privilegiado como es el de la Costa da Morte de Galicia, encontrandonos en el interior toda la esencia del proceso de contrucción, que ha dejado su huella relativamente azarosa en la configuración de los espacios.

Voy a copiar un texto en el que Antón García explica todo el proceso de construcción que es verdaderamente interesante.

«La Trufa es un fragmento de naturaleza construida con tierra, llena de aire. Un espacio dentro de una piedra que se posa en el terreno y que se mimetiza con el territorio. Se camufla, al emular los procesos de formación mineral en su estructura, y se integra con el medio natural al someterse a sus leyes.


Se hizo un agujero en el terreno con tierra vegetal sin consistencia mecánica, un dique de contención. Luego, materializamos el aire construyendo un volumen con fardos de paja e inundamos el espacio entre la tierra y el aire construido para solidificarlo. El hormigón en masa vertido envolvió el aire y se protegió de tierra. Pasó el tiempo y retiramos la tierra descubriendo una masa amorfa.


Con maquinaria de cantera hicimos unos cortes para explorar su núcleo y descubrimos la masa de su interior construida con paja, ahora comprimida por la presión hidrostática que ejerció el hormigón sobre la endeble estructura vegetal. Para vaciar el interior, llegó la ternera Paulina, que disfrutó de 50m3 de su más rico alimento, del que se nutrió durante un año hasta que abandonó su hábitat, ya adulta y pesando 300 kilos. Se había comido el volumen interior, y aparecía el espacio por primera vez, restaurando la condición arquitectónica de la trufa tras haber sido cobijo del animal y de la masa vegetal durante un tiempo largo.


La Trufa es un fragmento de naturaleza construida con tierra, llena de aire. Un espacio dentro de una piedra que se posa en el terreno y que se mimetiza con el territorio. Se camufla, al emular los procesos de formación mineral en su estructura, y se integra con el medio natural al someterse a sus leyes.



Se hizo un agujero en el terreno con tierra vegetal sin consistencia mecánica, un dique de contención. Luego, materializamos el aire construyendo un volumen con fardos de paja e inundamos el espacio entre la tierra y el aire construido para solidificarlo. El hormigón en masa vertido envolvió el aire y se protegió de tierra. Pasó el tiempo y retiramos la tierra descubriendo una masa amorfa.



La tierra y el hormigón intercambiaron sus propiedades. La tierra proveyó al hormigón de su textura y color, su forma y su esencia, y el hormigón le entregó a la tierra su resistencia y estructura interna. Pero aún no era arquitectura lo que habíamos creado, habíamos fabricado una piedra.



Con maquinaria de cantera hicimos unos cortes para explorar su núcleo y descubrimos la masa de su interior construida con paja, ahora comprimida por la presión hidrostática que ejerció el hormigón sobre la endeble estructura vegetal. Para vaciar el interior, llegó la ternera Paulina, que disfrutó de 50m3 de su más rico alimento, del que se nutrió durante un año hasta que abandonó su hábitat, ya adulta y pesando 300 kilos. Se había comido el volumen interior, y aparecía el espacio por primera vez, restaurando la condición arquitectónica de la trufa tras haber sido cobijo del animal y de la masa vegetal durante un tiempo largo.



La arquitectura nos sorprendió. Su ambigüedad entre lo natural y lo construido, la compleja materialidad que un mismo elemento constructivo, el hormigón en masa sin refuerzo armado, podía dotar al pequeño espacio arquitectónico de distintas escalas. Desde la textura informe de su exterior, hasta la violenta incisión de un corte que revela su vocación arquitectónica, llegando a la expresión fluida de la solidificación interior del hormigón. Esta materialidad espesa, que dota a las paredes verticales de una escala almohadillada proviene de la dimensión de los fardos, y contrasta con la liquidez continua del techo que evoca al mar, petrificado en el dintel del marco espacial que mira de modo sublime al océano Atlántico, resaltando el horizonte como única línea tensa de todo el espacio interior.



Para dotar al espacio de todo el confort y habitabilidad necesaria en la arquitectura, tomamos como motivo el “cabanon” de Le Corbusier, recreando su programa y dimensiones. Es el “cabanon de Beton” la referencia que hace de la trufa un espacio habitable y disfrutable en la naturaleza, que nos ha inspirado y sometido. Y la lección que recibimos es la incertidumbre que nos guió, en el deseo de construir con nuestras propias manos, un fragmento de naturaleza, un espacio contemplativo, un pequeño poema.»



Un ejemplar método de trabajo que respeta a la perfección la naturaleza en la que se integra, aun así no puedo evitar pensar que, a pesar de su apariencia o quizás debido a ella, lo que de verdad es un desproporcionado lujo en este proyecto, es que ese entorno tan maravilloso sea de uso privado…

Lo he recordado aquí. Las fotos se las he cogido a los autores y también aquí.

diciembre 26th, 2010

Naves espaciales de desecho

Es increíble la cantidad de cajas y embalajes que se desechan estos días… se acumulan alrededor de los contendedores en los que ya no cabe ni una pieza más y quedan días esperando que el servicio de recogida se digne desalojar la zona, y es que la crisis también ha traido recortes en este servicio, a pesar de que cada vez nos gravan con más tasas municipales que se supone deberían contribuir a mejorarlo.

En eso estaba pensando cuando me vino a la memoria el trabajo del artista Jason Rogenes, que sabe aprovechar a la perfección las piezas de poliestireno sobrantes de electrodomésticos, ordenadores y demás componente electrónicos, que invaden los contenedores sobre todo en estas fechas navideñas.

En sus manos vulgares piezas blancas, aparentemente inservibles, se transforman en grandiosas esculturas con apariencia de naves espaciales y robots futuristas, que al ser iluminados adquieren una espectacular apariencia.

Y no es que sea super novedoso este trabajo, pero en estas fechas de compras desorbitadas con el consiguiente deshecho de embalajes que conllevan, me ha parecido apropiado referenciarlo, por si a alguien le sirve de inspiración y decide transformar lo que nadie quiere, en magníficos juguetes para los pequeños.

Lo he conocido aquí de dónde también he sacado las fotos, el resto son del autor.

diciembre 21st, 2010

Con latas de aceite recicladas

Hoy os dejo un proyecto de corte sostenible, llevado a cabo en Nueva Delhi por el arquitecto Sanjeev Shankar.

Jugaad, que así se llama esta construcción fue creada en 2009, con la ayuda de 90 residentes de una pequeña aldea, que estuvieron trabajando durante 3 meses.



Se usaron 945 latas de aceite a las que se practicaron agujeros para que pasar la luz y que Sanjeev ensambló de manera rudimentaria, para formar un pabellón, suspendido en el aire, de unos 70 metros cuadrado de superfície.


Una bella construcción sostenible, que no sólo proporcionó sombra a un espacio sin árbole,s sino que además dió empleó a toda una aldea.

Lo he conocido aquí y las fotos son del autor.

octubre 25th, 2010

Hospedaje en los árboles

Me encantan las casitas en los árboles, lo he dicho muchas muchas veces y siempre que veo algún proyecto con estas características, lo tengo que publicar, aunque sea, como en este caso, un poco «pijillo» para mí gusto…

EL Treehotel es un hotel de 7 habitáciones que funcionan como viviendas independientes, construidos dentro de un bosque  de pinos del pueblo de Harads, a unos 60 km al sur del Círculo Polar Ártico, en el norte de Suecia.


Todas las construcción son diferentes, eso sí, todas elevadas y sustentadas en los propios árboles, a través de una abrazadera metálica (ajustable para adaptarse a los árboles, ya que sigue creciendo) en vez de con tornillos y clavos. Además, todas las casas funciona con electricidad sostenible.



Es un proyecto de Britta Jonsson-Lindvall y Kent Lindvall, que han conseguido todo un pinar para su construcción y han contado con algunos de los arquitectos más prestigiosos de su país, como Bertil Harström y Tham & Videgard.



En fin un bonito ejercicio de construcción en la naturaleza, pero no se, algunos habitáculos, no me parecen muy ecológicos que se diga, seguro que son sólo impresiones mía.



Lo he conocido aquí y las fotos también se las he cogido, otras son de la web del hotel.



octubre 14th, 2010

Constelación de interruptores

Todo el que me lea con asiduidad, sabrá de mi profundo odio por todo proyecto de iluminación, que tenga que ver con el despilfarro y la ostentación, que mida su calidad por los decibelios que consume, por lo que deslumbra y por la cantidad de colorinchis a los que se puede virar cada segundo que pasa…

Y bueno, con la proliferación de festivales de iluminación de todo tipo, Noches en Blanco y otros muchos eventos luminosos, no dejo de ver» impresionantes instalaciones», que me llaman la atención, no tanto por su calidad artística, sino por sus altos costes de producción, de consumo de energía y por su corta permanencia en el espacio público… ufff, miedo me dan las Navidades, ya casi a la vuelta de la esquina…

Todo esto me ha venido a la cabeza, quizán sin venir demasiado a cuento, al ver la delicada y modesta instalación Constellation, que el artista Chu Yun creo para la Bienal de Venecia 2009, basándose en una primera versión llevada a cabo en Hangzhou en 2006.

La instalación, compuesta de pequeñas luces de variados colores y múltiples formas, que brillaban en la total oscuridad de una sala, ocultaba una realidad insospechada, que sólo se podía descubrí a través de los flashes de las cámaras de los visitantes.

La cosa era, que esas pequeñas constelaciones luminosas, no eran más que los detellos de los interruptores y pilotos señalizadores, de un montón de electrodomésticos de uso doméstico, conectados a la corriente, pero privados de su función original y a la espera de ser usados de nuevo…

Así el artista, logró convertir esos insignificantes pilotitos luminosos, en los que apenas reparamos en nuestra vida diaria, en los verdaderos protagonistas de un universo oscuro y misterioso en el que los objetos expuestos se usaron simplemente para proveer de luz a esas pequeñas bombillitas de leds…

Conocí esta instalación en este blog y las fotos son del autor y también de aquí.

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