Triste día, ha muerto uno de mis más estimados creadores, Maurice Sendak y la querida Perrita Jennie, que vive desde hace tantos años en la cabecera de mi cama y de la que aprendí a ser un poco más incorformista, se ha quedado sin padre…
Definitivamente la vida va a ser un poco menos interesante sin él.
Espero que mi pequeña sobrina de 3 años, esté soñando esta noche con ser Max navegando a esa isla mítica, plagada de monstruos bonachones…
Buenas noches querido Maurice, descansa ahora.
😉