Aquí dejo una acción de guerrilla que he encontrado en un blog alemán y que me ha parecido interesante. También va de columpios pero esta vez la intención es menos amable y más subversiva.

Durante la noche, unos anónimos personajes instalaron, en una isleta entre dos carriles, frente a la Neue Nationalgalerie de Berlín, una reproducción bastante conseguida de un parque de juegos infantil, construido en madera, pintada en llamativo color rosa chicle.

Todo parece acondicionado para los juegos infantiles, pero unos carteles, también rosas, advierten, tanto a los numerosos conductores que pasan frente a la instalación como a los transeúntes que pudieran acceder a la isleta, que esto no es un parque de juego y que hay que tener cuidado en él.

No estoy segura de lo que habrán querido reivindicar con esta instalación, pero debe ser algo relacionado con el tráfico o con la falta de espacios acondicionados, para que los niños jueguen en la zona.

Lo que está claro, es que a nadie debió pasar desapercibida esta instalación en forma de parque infantil, rodeada de tráfico y sin ninguna criaturita jugando…

Lo conocí aquí, pero no dicen quiénes fueron los anónimos instaladores.