Una instalación que me ha encantado por su simplicidad y también por su ubicación.

Se llama Reflexions y ha sido llevada a cabo por el artista Tamar Frank debajo de un puente, aparentemente poco transitado y a mí me parece que tiene una presencia especial.

Con un simple neón de forma triangular y la ayuda del agua en la que se refleja, ha conseguido una pieza cambiante y mágica, que dependiendo del punto de vista del que la observa, puede componer formas geométricas simétricas, en las que el elemento real y su proyección difuminada en las aguas, son factores igualmente importantes para la percepción de la obra.

El resto de sus trabajos no me entusiasman tanto, así que por hoy me quedo con esta única pieza que me encantaría encontrar en algún paraje insospechado, junto al agua.

Lo he visto aquí, y las fotos son del autor.