mayo 30th, 2016

Dibujando con moho y bacterias

Después de tanto tiempo, bastante mas de 1 año, … vuelvo a pasear por mi Ático, en este momento lleno de polvo y sin mucha vegetación.

Tengo que empezar de nuevo, desbrozar y volver a dar lustre al espacio, y para ello me he puesto ropa limpia de trabajo aunque está algo amarillenta por el paso del tiempo, también llevo la cesta llena de mala conciencia por haber dejado que se marchitasen esas flores que tan cuidadosamente llevaba cultivando años y años, El Ático era el sitio de mi recreo, y quiero que vuelva a serlo, a ver si lo consigo.

No tengo muchas excusas por el abandono, sólo cierta indolencia, y que he sucumbido al consumo facilón y pasivo de las redes sociales, a casi todas las he estrujado y sacado jugo, mientras mi Feed ha ido languideciendo sin abono y saneamiento.

Quiero hacer mínimos cambios en los criterios de  selección de contenidos, sigo sin la intención de hablar sobre lo que otros habla, y en este momento el arte urbano es de lo que mas se habla, por lo que por aquí poco de esto habrá, quizás cosas pequeñas y que hayan pasado desapercibidos. Tampoco tendrán cabida las grandes gestas artísticas megalómanas, ni reportaré sobre las mas actuales exhibiciones del mundo galerías y museos (entre otras cosas porque estoy totalmente desconectada del tema)… vamos, en mi línea.

En este momento me apetece buscar con detenimiento pequeños hallazgos, en los que otras disciplinas creativas, la vida cotidiana, la naturaleza, la tradición, la ciencia, la tecnología, el cuerpo, las calles, o simplemente la casualidad,  flirtean con el arte para mejorarlo, según mi opinión…

Y para entrar en faena, hoy, os dejo un increible trabajo, que me va de perlas para ir desvelando mis actuales intereses. Se trata de Magical Contamination, de Antoine Bridier-Nahmias, un artista-científico que pinta maravillosos micromundos con bacterias y mohos sobre placas de Petri.

El artista, centra su atención en lo microscópico, y bajo su tutela, hongos y mohos, nos revelan toda su belleza, hasta convertirse en algo extrañamente fascinante gracias a la fotografía de altísima resolución.

Resulta mágico ver como unos organismos asociados a la putrefacción, y que constantemente tratamos de evitar a nuestro alrededor, enmarcados en las paredes transparentes de las placas, adquieren una apariencia artística, ordenada, equilibrada y matizada con delicados colores.

Según cuenta el artista, se vale de diferentes técnicas de laboratorio para conseguir tanta variedad de placas, aplica distintas temperaturas, grados de oxigeno, combinación de materias orgánicas… pero los microorganismo que finalmente crecen, son contaminaciones surgidas del mas absoluto azar, no hay patrones preestablecidos.

El gris de la materia orgánica es el color predominante en sus composiciones, y a veces se interrumpe con toques de color, poniendo de manifiesto un fenómeno que es a la vez natural y artificial. Esta grisura que encontramos en estas materias naturales, y que evoca en nosotros sospecha y miedo de descomposición, puede causar en nosotros un renovado sentido inesperado, de la magia, la sorpresa y la maravilla.


Conocí el trabajo a través del Tumblr del autor.


 

 

 

 

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