Las esculturas de Zadok Ben David son como dibujos que se levantan del papel para poder ser apreciados desde cualquier perspectiva…
Las hay de gran tamaño, y en algunas la figura humana es la protagonista, siempre ofreciéndonos una visión en dos dimensiones que hace que a pesar de su gran tamaño siempre parezcan ligeras y a punto de desaparecer si nos situamos en el punto de vista adecuado.
Pero a mí, las que más me gustan, son sus jardines artificiales, hechos con miles de pequeñas flores que crecen en la arena, y que me hacen pensar que ejemplares de antiguos libros de botánica se hubieran escapado de las páginas para trasladarse al desierto, lugar en el que pueden vivir perfectamente, sin necesidad de agua, ya que son de acero inoxidable…
Flores de aspecto delicado pero que se adaptan a cualquier espacio, por muy inhóspito que pueda parecer, como el museos y galerías, ideal para plazas de Madrid en las que sobrevivirían a la perfección entre el gris pavimento…
Se nota que ya es primavera que estoy en el campo y quizás un poco ñoña…
No recuerdo donde lo encontré y las fotos las he sacado de la página del autor.
No recuerdo donde lo conocí, las fotos las he sacado de la página del autor.























Hola Remedios como seguidor tuyo, aqui estoy.
Me gustan estas obras.
Me pregunto: y todo lo que tenias? Se podra volver a ver.
Parece que los enlaces a tus otros sitios no van bien, o al menos a mi.
Me gusta la idea de la bidimensión que comentas, pero no sé si es eso l que persigue, lo demás bonito y poco más.
Un saludo Remedios