Inquietante instalación del artista Remón de Jong en la que, con mínimos recursos, convierte el techo de una galería en el objeto artístico de su trabajo.
Para la pieza Tremor Laquearia, el artista congela un momento de caos y destrucción, suspendiendo de finas cuerdas todo el techo técnico del espacio expositivo, creando así un ambiente alarmantemente frágil, que a mí me da la sensación de que lo transforma todo en una especie de templo de tranquilidad y recogimiento.
O quizás no sea así, porque sólo he estado ahí a través de imágenes, así que son meras especulaciones.
El caso es que me ha gustado bastante el resultado.
Lo he conocido aquí y las fotos son del autor.
Fascinante