
A finales del pasado noviembre, un grupo anónimo de artistas urbanos y activistas de Tucson, Arizona, encontraron una manera muy gráfica de llamar la atención de los ciudadanos, sobre las prácticas contra los derechos humanos, llevadas a cabo por los representantes de la ley en la frontera de este estado con México.

Para ello, se valieron de figuras recortadas y situadas en las intersecciones de calles principales de la ciudad, representando escenas de los tratos vejatorios más comunes que la policía del estado infringe a los inmigrante que intentan cruzar la frontera.

La figura de policía están personalizadas con la cara de Joe Arpaio, un polémico sheriff del Condado, que se describe a sí mismo como el mas estricto en cumplir las normas sobre inmigración de América. También han utilizado la imagen de Nicholas W. Corbett un agente de la frontera acusado de la muerte de un inmigrante mejicano.

Las escenas representan a un agente apuntando con un arma a una mujer mejicana y a su hijo otra nos muestra como el agente, amenaza con su pistola a un hombre arrodillado y con las manos levantadas.

El grupo de artistas anónimos, envió un comunicado a la prensa declarando que su arte intentaba evidenciar cómo ciertos hombres estában destinados a representar la nación con su legado de violencia y racismo.

No es que la obra en sí, tenga mucha calidad artística, pero desde luego como arte de guerrilla, consigue buenos resultados. Estoy segura de que debió impactar a casi todos los que se toparon con semejantes siluetas en medio de la calle.
Lo he conocido aquí.

