
Un poco de humor es lo que necesito hoy, vaya que sí ¿por qué sera que el trabajo casi siempre me atrofia este sentido? así que no he sido muy quisquillosa con la calidad artística de la obra elegida, porque ha primado mucho más la sonrisa que me provocó el toparme con ella, bueno más que sonrisa fue una sonora carcajada.

La artista/diseñadora Nina Saunders ha logrado con la maestría de un buen carpintero, dar vida a un mobiliario compuesto de sillas, sillones y sofás, todos de corte clásico, que ha convertido en criaturas viscosas, que parecen sacadas de una película de animación.

Gracias a su trabajo, los muebles han perdido toda su rigidez y desprovistos de un sólido esqueleto que los sustente o bien se escurren o se inflan o se acoplan o les salen protuberancias de lo más sospechosas.

En fin, que sin querer profundizar en si se trata de verdadero arte, de diseño o se queda en la categoría de las menudencias, os invito a sentaros con la imaginación en uno de estos sofás imposibles y reír un ratito, cada uno que se tome el tiempo que necesite, yo lo estoy haciendo ahora mismo y me siento mucho mejor…

Lo vi aquí y aquí, de donde también saqué fotos, además de en esta otra página.



























































