marzo 2nd, 2007

Vajillas que dejan huella


Qué casualidad, a través de Stylehive me llega una vajilla bastante interesante la Grooveware producida por la empresa Normal. Sí la misma de la mesa Time Table de la que escribí hace varios días.

Ya la tenía fichada pero antes de que se me pierda en la vorágine de objetos de diseño que viven en mi ordenador voy a dejar constancia de ella aquí. Se trata de una serie de 3 platos tiene un hueco-huella asignado al cubierto que se va a utilizar para comer en él.


Es decir, hay un plato grande con la huella de un tenedor y otro con la huella de unos palillos, y otro pequeño para una cucharita de café.

Echo en falta un plato hondo para la sopa pero a cambio tienen un cenicero con hueco para cerillas.

Todo muy delicadito.

febrero 28th, 2007

A buenas horas

La empresa Normal, está empeñada en que la gente no llegue tarde, y para ello no hay nada mejor que dar el máximo protagonismo a los relojes ya sea por su sorprendente forma o por su desmesurado tamaño.

Una posibilidad es que la hora se vea sobre todas las cosas, como en el caso de la mesa Time Table en la que toda su superficie es un enorme reloj digital luminoso que además cuenta con alarma, regulador de la luz y por supuesto posibilidad de apagarla cuando moleste sin que por ellos se pare el reloj.

Aunque no la pondría en mi casa, en oficinas, tiendas o bares me parece una pieza muy interesante


Otras versiones de reloj, esta vez de mesa son él Sinking Clock que parece sumergirse en la superficie o el Digital Dali guiño actualizado al celebre reloj pintado por Dalí aunque esta vez en versión digital.


Otro modelo, el Aitkenhead Clock es un minimalista y blanco reloj de pared con agujas pero sin números (complicadillo saber exactamente la hora).

Con los relojes de esta empresa especializada también en relojes de pulsera , el que llega tarde es porque quiere.

febrero 26th, 2007

Reciclar para iluminar


Seguimos con «la cosa» ecología bueno, esta vez más del reciclaje.

El diseñador reciclador inglés Stuart Haygarth ha ideado varios modelos de lámpara con la particularidad de que están compuestos exclusivamente con material reciclado y de desecho.

Son espectaculares aunque no creo que vayan a ser comercializadas masivamente, por ahora son instalaciones artísticas de las que se han editado un pequeño número de ejemplares. No seré la única que al ver semejantes piezas le entren ganas de construirse las suyas propias.


Empiezo por la más llamativa la Tide Chandelier del 2004. Impresiona por su enorme tamaño 152 cm de diámetro lo que la hace imposible de colocar en mi atiquito.

Está formada por miles de objetos de plástico transparente de colores rescatados de la costa del condado de Kent. Limpios se han suspendidos de imperceptibles hilos hasta conformar una esfera gigante de llamativos colores.

Se han editado 20 unidades, una de las cuales ha sido colocada en el escaparate de Comme des Garcons de Londres


Una versión mas manejable de esta lámpara es la Millennium Chandelier fabricada con pequeños objetos que explotan (no se exactamente qué son) y que fueron encontrados en las calles de Londres en las celebraciones del nuevo milenio.

1000 unidades en 5 colores de estos «Party Poppers» conforman la lámpara tan liviana que un ligero golpe de aire mueve todas sus piezas armoniosamente.


Es interesante ver otras versiones de estos modelos como los fabricados con gafas para el Design Museum de Londres o el de pelotas de goma para las tiendas que la marca de maquillajes Mac tiene en New York.


En la lámpara Disposable Chandelier se utilizan copas de plástico idénticas, 416 o 100 dependiendo del tamaño de la pieza que se unen formando un cilindro dentro del cual se inserta una luz fluorescente.


Con el mismo concepto de aprovechar cosas usadas en la Shadey Family se reutilizan tulipas compradas en tiendas retro o cutres y que al colocadas unas junto a otras adquieren una sorprendente modernidad.

Algunos manitas entre los que me incluyo se podrían atrever a fabricarse alguna parecida rescatando las viejas lámpara del desván de la abuela.


Otra versión que también flirtea con lo vintage consiguiendo un efecto ultra moderno es la Aladin, una «vitrina-mesa-lampara de suelo» que consiste en una urna de cristal dentro de la cual se han metido aleatoriamente objetos transparentes sin más relación que la similitud del color de su cristal. Estos objeto al ser iluminados se convierten casi en joyas de color ambar, verde, magenta o blanco. Irresistible.

Esto si que es saber aprovechas y rentabilizar las cosas inservibles. Seguro que el precio de cada pieza no hace honor al material de deshecho con el que están fabricados, pero ¿cómo se valora la paciencia que hay que tener para fabricar cada pieza artesanalmente?. Eso no tiene precio.

febrero 22nd, 2007

Candelabros que se customizan


Dos portavelas que me han llamado la atención.

El Galerie Candleholder es un contenedor de cristal en cuya tapadera de metal se inserta una vela pequeña. Ha sido creado por Pernille Vea.

Dependiendo de lo que se meta en el interior podemos tener un sin fin de candelabros, plantas inmersas en agua, líquidos de colores, mensajes, fotos… y si se le quita la tapa puede utilizarse de florero.


Muy divertido para el que sea creativo y nada caro.

Un segundo candelabro que se puede personalizar, esta vez escribiendo mensajes en su superficies es el Lightwords Voitve Holder diseñado por India Mahdavi para Artecnica.


Es un cilindro de chapa cobriza que viene con multitud de pequeños talados precortados.

Según vayamos quitando cuadraditos la luz que pasa a través de ellos va escribiendo pequeños mensajes.


Con un poco de creatividad y paciencia podemos personalizar nuestros portavelas para regalos muy especiales para conmemorar un acontecimiento o para decir sutilmente lo que se piensa.

Me encantaría comprar muchos, no son nada caros, e ir grabando en cada uno de ellos con qué motivo lo empleé.

febrero 19th, 2007

Una araña que no araña

Más lámparas esta vez con sentido del humor.

Un guiño divertido al gurú de la iluminación Ingo Maurer es la lámpara Dear Ingo creada por Ron Gilad de la empresa Designfenzider y que comercializa Moooi.

Ha sido creada ensamblando 16 flexos metálicos negros de esos que se usaban hace muchos años como lámpara para la mesa de trabajo.

Sus 16 bazos extensibles dan a la lámpara forma de organismo biológico y adopta múltiples posiciones y tamaños dependiendo de la extensión que se de a sus «patas». Da la sensación de que se va a empezar a mover de un momento a otro.

El precio son unos 3000 dólares, lo que equipara su valor material a las creadas por el propio Ingo.

Si no se llega a este presupuesto algún manitas se puede compara 16 lámparas y unirlas, seguro que no queda igual pero podría dar el pego.

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