Ante  la idea de vivir una experiencia habitacional en la No Drama House de Jean-Pascal Flavien y con la gran aversión que creo me produciría internarme, aunque sólo fuera para mirar, en ese angosto y oprimente espacio, me han venido a la mente otras imágenes, más entrañables de pequeños espacios para la experimentación constructiva, son del fotógrafo Kathrin Klingner.

La No Drama House ha sido construida en Berlín con la idea es que el habitante pueda estar viviendo en ella 1 o 2 años, telita…

El reto, según cuenta su autor, consiste en convivir en un mínimo espacio, junto a todos los  problemas que pueden darse para que sea imposible estar cómodo en él, salir por una escalera de mano,  vivir con una anchura de vivienda de 1 metro, tener que subir a la segunda planta por una cuerda, que todos los espacios sean diáfanos, lo que hace que haya que dormir al lado de la ducha…

Una experiencia pues, que ni en la casa de la Familia Monster podríamos encontrarla parecida.

En contraste con esta manera de experimentar en el espacio, yo me quedo con las modestas propuestas del fotógrafo Kathrin Klingner que da ideas basiquísimas para que cada uno se cree su pequeño hábitat, utilizando los mínimos recursos que nos ofrece un hogar de lo tradicional…

Y a mi me ha traído de golpes montones de recuerdos de infancia, en la que solía montar mi casita para jugar con mi hermano, con la única ayuda de los cojines del sofá de hojas verdes que mis  padres tenían en el salón…  uffff que mazazo de nostalgia… cuantas miles de hora habré pasado entre esos 6 cojines.

Bueno ahí lo dejo, espero que a alguno de vosotros le apetezca ponerse a pensar en qué rincón de la casa le gustaría montarse su pequeño refugio provisional.

A Jean Pascal lo he conocido aquí y las fotos las he sacado de aquí.

A Kathrin lo he visto aquí y las fotos las he tenido que sacar del mismo sitio ya que, como este hombre está cansado de mostrar su trabajo, ha decidido quitar la documentación fotográfica, obsequiarnos a cambio con un «ingenioso» texto…