Hoy, con algo de sueño, os quiero dejar la obra de la fotógrafa Rosemary Laing, y para entender su trabajo, mejor copio textualmente un artículo que publicó El Cultural, y que explica a la perfección, la esencia de sus imágenes.

«Dos elementos se conjugan en cada una de las imágenes fotografiadas por Rosemary Laing: el paisaje y la fantasía, o, si se prefiere, la naturaleza real que siempre se transforma en ensueño por la incursión en aquélla de objetos y seres vivos descontextualizados. La consecuencia es una transformación del carácter primario del paisaje en una escenografía metafórica.

«Parece difícil escapar a la presencia de la naturaleza en un territorio como el australiano. Y si para los aborígenes representa su ámbito de desenvolvimiento natural, para la cultura urbana del país es un contrapunto poderoso, no sólo como antítesis ambiental, sino también cultural, pues aquellos espacios naturales encarnan los sentimientos de las diferentes culturas aborígenes con las que las generaciones herederas de los colonizadores continúan teniendo relaciones contradictorias.

A ellas se refiere la artista cuando habla de “nuestro difícil sentimiento de pertenencia” que en buena medida trata de plasmar en sus paisajes construidos. En efecto, las infinitas llanuras desérticas sobre las que puede surgir una mole montañosa, los bosques, los páramos salpicados de arbustos o las escarpadas costas son capturadas en encuadres largos en los que la atmósfera tiene siempre una presencia considerable; queda así enfatizada la dilatación y grandiosidad de aquella naturaleza.

Pero la interferencia de la misma mediante elementos artificiales: un coche o un conjunto de muebles combustionados, una alfombra desplegada sobre un bosque o un grupo de esculturas en un lago que mimetiza cabezas humanas desperdigadas, cuestionan el sentido primario del paisaje australiano, interrogándose sobre el impacto de la sociedad contemporánea en el medio natural, sobre la expansión depredadora de una civilización postindustrial que amenaza su sostenibilidad.»

Pues eso, ni más más, ni más menos, que paisajes inventados, que sirven de escenografía a los sueños de una artista, preocupada por los seres humanos y su relación altamente artificial con la naturaleza.

Lo he conocido aquí y las fotos las he tomado de este otro sitio .