Otra vez a vueltas con las líneas dejadas por artistas urbanos en espacios marginales. En esta ocasión han sido Delavega, Ephemera + Lascarr los que han tendido su maraña de hilos de color en una fábrica y un hospital abandonado de Berlín.
Según nos cuentan, la inspiración les llegó nada más y nada menos que de la mano de Italo Calvino, de su maravilloso libro Las ciudades invisibles, para ser más concreta, del capítulo en que Marco Polo cuenta a Kublai Khan la historia de los habitantes de Ersilia y sus hilos.
Copio un pequeño fragmento.
“En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación.
Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan, quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos.
Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma”.
Después de leer este texto, solo me queda dejaros las fotos del proyecto y irme corriendo a mi estantería a buscar el libro, para releérmelo de nuevo. Espero encontrarlo.
El proyecto lo he conocido aquí.
perfecto