Y por seguir un poco con el tema juegos en el espacio público, quería dejaros algunas aportaciones artísticas de carácter más conceptual/humorístico que realmente útiles, pero que nos pueden servir para reflexionar sobre su uso y disfrute.

El primer ejemplo es un supuesto parque para ancianos, en el que los columpios y juegos han sido realizados con sillas de ruedas, supongo recicladas… Claramente, no es usable pero tiene su gracia ya que cada vez vemos más como los ancianos comparten zona de juegos y ejercicios con los niños…

Me ha hecho especial gracia ya que yo no puedo evitar pensar, cuando veo los espacios asignados a estas actividades en ciudades como Madrid y los aparatos homologados en los que hacen sus ejercicios nuestros mayores, que se trata más bien de instrumentos para infligir castigo, que objetos deseables para mejorar la forma física… así que para reivindicar lo poco apetecible que es este tipo de mobiliario, me parece buena idea…

No me queda claro quien ha sido exactamente el artífice de este espacio en Berlín, que como digo me parece más bien una intervención artística de carácter temporal. La información la he sacado de aquí por si os aclara algo más.

Una aportación curiosa, a utilizaciones alternativas de parques públicos, la llevó acabo en Amsterdam el artista Royalsteez para el evento Kunstvlaai 2010. El proyecto titulado ‘Disney made me care’ consistió en llenar 85 metros con 75 colchones formando hilera, en el paseo de un canal de la ciudad.

La intervención quería comprobar si los transeuntes se sentían animados a tumbarse en un objeto tan hogareño e íntimo, más cuando era fácil comprobar que esto habían sido usados en el pasado. Al final parece ser que los niños fueron los más animados a interactuar con ellos.

Y para terminar con las frikadas de hoy que vaya día chorra llevo, dejo una idea peregrina para espacios públicos con afán recaudador, que espero no llegue a ponerse en práctica nunca… aunque… tiempo al tiempo…

Se trata de un banco publico que sólo se puede usar pagando por su uso…ha sido el artista Fabián Brunsing quién ha diseñado este banco privatizado para la interface design programme. Para ser utilizado, hay que pagar 0,50 euros cada dos minutos, el tiempo de tomar un breve respiro pero que nos saldría bastante caro, si lo que pretendemos es leer el periódico…

Al meter el dinero en la cancela, los pernios de aspecto amenazador que sobresalen de la superficie, bajan de manera que esta queda operativa para sentarse, a los 2 minutos un sonido advierte que los pinchos van a subir de manera que o te levantas o te los clavas.

Espero que esta pieza ¿artística? sólo sea una feroz crítica a la privatización de los espacios públicos, porque si se trata de una idea patentada, me echo a temblar, ya que puede ser de lo más solicitada en tiempos de crisis, para rentabilizar el poco mobiliario de descanso que tenemos en los espacios públicos de algunas ciudades…

El parque de sillas de rueda lo he visto aquí, de donde he sacado las fotos, la de los colchones y los bancos con pincho son de aquí y también las fotos.

Humor que no falte… por favor…