
Hoy repito artistas, sí, vuelvo a la carga con Luzinterruptus, ese colectivo que está empeñado en dar algo de luminosidad a la oscura noche de Madrid, tómese en sentido metafórico lo de oscura, porque luz no nos falta, más bien diría que nos sobran cantidad de lúmenes.

Parece que no pierden el tiempo y ahora se han tomado la molestia de acondicionar algunos espacios públicos olvidados y deteriorados de la capital para darles una apariencia más confortable, tanto que te apetecería sentarte a leer en ellos. La intervención se llama, Lecturas privadas en lugares públicos y se ha desarrollado en varias calles del centro de Madrid.


Y ¿cómo han conseguido hacerlos cómodos?, pues, como era de esperar, con lamparas, esta vez de lectura y libros de novela negra, que han situado, copio de su blog en «El espacio escondido entre los andamios de una obra… el refugio a la intemperie de un indigente… la taquilla de un mítico cine cerrado hace años… la salida de emergencia de un teatro en obras… el interior de un pequeño contenedor de hormigón… la marquesina de autobús solitaria de una calle comercial en horas nocturnas… una máquina de preservativos después de ser saqueada… la entrada de un local tapiado… una parada en la que nunca se han detenido los autobuses… un fotomatón fuera de servicio… los bolardos innecesarios de una calle intransitada… el lecho de cartón vacío de un sin techo…»
Si su primera intervención era de un lujurioso color rojo, esta vez es el azul el color elejido para esta luz de lectura.


Las fotos, como las anteriores, también son especiales, hechas por su fotógrafo habitual, Gustavo Sanabria, a quién además pertenecen las de su recientísima incursión nocturna con nieve, Arboles en llama, sobre fondo blanco, que fue perpetrada la noche de la gran nevada en el solitario Parque de Roma de Madrid.
Llamas de luz que ascienden por los arboles nevados es lo que quiere representar una intervención, en la que con mínimos recursos, simplemente pequeñas lámparas de led a pilas, papel rojo y plático de burbuja, se consiguó este mágico escenario de ficción.


Por supuesto, como estas intervenciones no son el decorado para la foto, la iluminación quedó montada y luciendo, una vez se fueron los artistas y según cuentan, al día siguiente, sólo quedaba 1 llama…

Amigos, espero más trabajos pronto, aún a riesgo de tener que hacer una sección, sólo para vosotros…

Y esta vez… en la Pared… se me han adelantado…













