junio 22nd, 2007

Restaurante de mucho plato cuadrado y poca chicha


Ya había oído hablar del restaurante Le Garage de Madrid, en alguna revista calificadas y clasificadas (no se por quién ni por qué) como de estilos de vida, para que nos entendamos Vogue, Elle, GQ y de similar temática. Esas revistas dónde nos dicen todo lo que debemos saber para tener estilo y vida ¿social? eso sí, siempre y cuando se tenga un bolsillo repleto y un tipazo impresionante.

Yo también las leo, sí tengo que confesarlo, tampoco tanto… bueno… esto… a veces… en la peluquería…, cuando caen en mis manos… cuando voy a a casa de mi amiga pepita… eso sí no las compro, lo juro.

A lo que iba, que me voy por las ramas, leo la crítica que hacen de dicho restaurante en un blog que me gusta mucho Directo al paladar y me intereso por las reseña de Vogue y de El País, de Carlos Capel.

Y claro, me entran unas ganas de visitarlo… para ver esa maravillosa decoración. Así que, aprovechando una celebración, reúno a mis amigas de los experimentos, (sí, esas buenas amigas, que nunca se quejan cuando vamos a algún sitio de moda y luego no nos gusta), nos ponemos nuestras mejores galas, que no son gran cosa y nos vamos para allá, después de esperar 2 semanas para conseguir mesa, dispuestas a lo que sea.

Lo que puedo decir resumiendo, por si alguien no quiere aguantar todo el rollo, es que es uno de esos restaurante que yo llamo «de plato cuadrado» figura metafórica con la que yo defino todo aquello que tiene que ver con la comida, con apariencia sofisticada y un fondo que desilusiona. Los que me sigan sabrán que yo ¡odio los platos cuadrados!.

De la comida no tengo gran cosa que decir, más bien fa que fu, me suscribo a lo que dice Carlos Capel. De los parroquianos, desde luego poco neoyorkinos, ambiente un mucho rancio diría yo, con una mezcla de moderno-pijo-señormayor-chica jovenyguapa-ejecutivodeagenciade publicidad-gafapasta, ligeramente sazonado (por lo de la cosa gastronomía) con un toque de famosillo-pasado-o-semideconocido.

Pero vamos, ninguna sorpresa, esto es así en casi todos los sitios, llamados de moda de Madrid, que he tenido el dis-gusto de visitar. Mira que yo lo digo siempre, si quieres encontrar a modernos, alternativos o gente guapa, hay que ir a los sitios de comida tradicional con mantel de cuadros, a bares como el Palentino y a los indios de Lavapies.

Y ahora, vamos con la decoración.

Pues me dejó fría. Desde luego podría recordar a un sitio del Soho pero de lejos, sería como un pobre primo lejano que ha venido del pueblo.

Y digo pobre, no porque hayan gastado poco dinero en su decoración, seguro que han echado la casa por la ventana, sino porque lo veo falto de ideas y originalidad, es como de libro, cumple todos los tópicos de la decoración de locales de moda.

Parece como si sus decoradores hubieran dicho: nuestro cliente quiere un restaurante con estética industrial de esos tipo loft, vamos al Vip a comprar unos cuantos libros monográficos sobre el tema y a ver que sale.

Además hay impedimentos para lograr un resultado espectacular, el local no es tan grande ni tiene los techos tan altos, y tampoco debía tener mucho encanto, porque no ha conservado nada que te haga sentir como en un garaje, nada nos recuerda su antiguo uso. Es por esto que parece un local como tantos otros a los que se ha querido dar una apariencia industrial pero sin acabar de conseguirlo.

Cumpliendo «tópicos decoracionales» no defrauda. Ostentosas lámparas de cristal, mezcla de muebles de diseño contemporáneo con piezas antiguas, iluminación que cambia de color, distintos ambientes para comer, creados con el uso de distintos tipos de mobiliario: sillas y mesas altas para una comida rápida, butacas para comer en la barra del sushi, sofás y mesas tipo burger para comida mas pausada y mesas y sillas antiguas para cenas largas y románticas, taburetes en la barra para tapear comida japonesa y tomar cócteles.

Se usa papel pintado, cómo no, esta vez de periódicos japoneses, donde además, algún artista (no se si anónimo) ha plasmado su «arte» en dibujos de estilo japonés. Esto para la zona de sushi. Paredes en gris oscuras y techos irregulares para dar un look high tech a la sala principal donde se encuentra la barra central, y ladrillo visto para la parte mas escondida y menos glamurosa donde está la plancha japonesa.

Los baños nada del otro mundo, baldosín blanco con algún dibujo, no muy interesante, para mi gusto, y sanitarios negros de diseñín.

Y si esto es así, de la iluminación ni hablamos. Es tan difícil y tan importante para crear ambiente que han pasado por ella de puntillas, eso sí, las lámparas de araña cambian de color ¡qué original!.

No es por nada, pero si algunos decoradores, y sus clientes, miraran de vez en cuando alguno de los maravillosos blog de diseño contemporáneo que abundan en web, seguro que alguna original idea se les ocurriría. Señores profesionales de la decoración ¿saben ustedes lo que es un blog?.

¿Se nota que estoy un poco defraudada-enfadada?, a lo mejor estoy exagerando porque me cobraron 70 eurazos por la cena y un cóctel. Sin derecho a cotillear de ningún famoso de relumbrón.

Aconsejo ir primero a tomar una bebida y juzgar la decoración y si gusta, pues ya decidirse a cenar, para así poder juzgar más fríamente la comida, es que yo no pude.

Fdo.: mala malísima.

0 Comments

No comments yet.

RSS feed for comments on this post.

Sorry, the comment form is closed at this time.

This work is licensed under GPL - 2009 | Powered by Wordpress using the theme aav1