La obra del australiano Robbie Rowlands me recuerda a esas tiras rojas que tenían los quesitos de bola Minibabybel. Tirando de ella te quedabas con dos partes de cera dentro de las que se escondía el tesoro del cremoso queso. A mi de encantaba hacerlo, también con la tira de los quesitos El Caserío. Qué tiempos…
Esta obra ha sido llevada a cabo en marzo de 2008, en un deposito de autobuses de Australia, antes de su demolición y en la misma muestra, llamada Grenda’s Bus Depot Installation, han intervenido otros 6 artistas más.
Según el autor, lo que ha pretendido es mirar de cerca los objetos que nos rodean, cuestionando su naturaleza. Así que pela las superficies reconocibles para revelar lo que se esconde bajo la primera capa de nuestro mundo cotidiano.
Lo he visto y disfrutado en Wooster Collective, las fotos las he tomado prestadas del propio blog del proyecto.