Hoy por fin hablo de porcelana, que ganas tenía, pero es que hacía mucho que no encontraba algo verdaderamente interesante, teniendo en cuenta que a mí, lo que de verdad me gusta, es cuando cae en manos de gente maligna que se vale de un material y lenguaje tradicional para darle una vuelta de tuerca y hacer de él algo mucho más subversivo.
Pues si hay una porcelana verdaderamente provocativa, esa es la que sale de las manos de la artista danesa Louise Hindsgavl, provocativa la verdad no es la palabra exacta, se queda muy corta, mejor definirla como obscena y alguno podría pensar en ella como blasfema.
Su temática favorita, gira en torno a la pornografía, que practican en todas sus modalidades los personajes, mitad hombre, el cuerpo, mitad animal, la cabeza, que habitan en sus piezas. También se pueden encontrar escenas de violencia, mutilación, sadismo, contadas con gran sentido del humor.
Y todo esto, lo representa la artista en vistosos centros de mesa, de blanca y brillante porcelana, que a simple vista parece inofensiva, pero que al observarla un segundo, nos saca de nuestro error de un bofetón.
Las escenas, totalmente irreverentes, hacen pensar en orgías, bacanales, carnavales, y están tan bien representadas que dan ganas de observarlas de cerca, lo que nos convierte en unos auténticos voayers, pero voayers de personajes de porcelana, que tiene más gracia.
Las imágenes hablan por si mismas, las palabras, prácticamente sobran.