abril 1st, 2009

Lo que se ve desde el coche


Parece, según sugiere el trabajo de Jose Ruíz, que en Gran Canaria, las esculturas en las rotondas son un auténtico canto al mal gusto, pagado con el dinero de todos los contribuyentes.


Circular por sus autopistas, sobre todo las del sureste de la isla, observar sus circunvalaciones y fijar la vista en la iconografía de sus rotondas, supone un encontronazo con lo peor de la escultura «costumbrista» además de experimentar un salto hacia atrás en el tiempo, tanto por la utilización de materiales, como por los temas tratados en estos monumentos rotondiles…


En este marco, la obra de Jose Ruíz, trata de «abrir un diálogo sobre las intervenciones “artísticas” que se han producido en las islas en los últimos años y denunciar los encargos políticos realizados sin ningún criterio profesional para intervenir en el espacio público.


Y ¿cómo lo hace?. Pues mediante una intervención de lo más sencilla, que «consiste en montajes fotográficos de algunas rotondas con pequeños carteles donde escribe: «el arte público no es decoración»; «el arte público debe ser político, no politizado»; «la ciudad está llena de obras inútiles pagadas con dinero público» o bien «la isla se ha inundado de horrores bienintencionados».


Con el uso de estos mensajes, fácilmente entendibles, situados en el mismo escenario que se cuestiona, el artista intenta fijar la atención en esta realidad que la fuerza de lo cotidiano, ha convertido en irrrelevante para los automovilistas.


Además invita al debate sobre los usos y abuso que se cometen en el espacio público en nombre de una cultura popular obsoleta y mal entendida.


Es imprescindible para entender bien los antecedentes de este trabajo, la lectura del texto Desde el coche de Saro Alemán, profesora de la E.T.S. de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria.


Y sin más, aquí quedan las imagens de la obra, verdaderamente estos monumentos son para tener un accidente.


Gracias, José Ruíz por hacerme llegar tu trabajo.












marzo 26th, 2009

Laberintos de cartón


Trabajos hechos con cartón… otro de mis temas preferidos… por eso no he tenido más remedios que reparar en algunos trabajos de la artista canadiense Christy Kunitzky en los que utiliza como principal materia prima, este modesto material, con el que crea sus pequeños espacios laberínticos, jugando con dos colores el blanco y el propio marrón del cartón.


En las piezas de las que hablo, la artista pequeños laberintos, que a mí se me asemejan a maquetas de precarias ciudades tercermundistas, que ella ha puesto a trepar por la paredes sin aparente orden.


Lo que me ha hecho pensar que con estos trabajos, los que más me gustan de ella, podría estár representando el crecimiento desordenado e incontrolado de ciudades en países arrasados por guerras o catastrofes naturales, en los que la población se refugia, huyendo de la miseria del campo con promesas de trabajo y de una vida más digna.


A estos laberintos de cartón ha añadido algunos objetos algunos que parecen personales, como si fueran parte de la memoria de los habitantes del lugar.


Toma ya… parece que me lo hubiera estudiado… pues no, en realidad no tengo ni idea de lo que ella está contando, no he leído nada sobre su trabajo y simplemente me he puesto a imaginar…


El resto de su obra, tambien está elaborado con cartón, pintura, cinta de carrocero y material de deshecho y no está nada mal.


Conocí su trabajo aquí. Dejo fotos, como siempre.














marzo 22nd, 2009

Movimientos mecánico-artísticos


Buscando inspiradoras sombras para un trabajo, he dado con la obra de Arthur Ganson un artista genial que crea esculturas cinéticas con mecanismos llenos de engranajes y resortes, que parecen construidas en el pasado y que a mí me recuerdan a esos antiguos juguetes de niños, a los que se daba cuerda y que hoy día continuan haciendo las delicias de los mayores o por lo menos las mías.


Estas esculturas no funcionan con grandes despliegues tecnológicos, sino con simple electricidad o tracción manual y unos ocurrentes mecanismos de ingeniería, bien engranados que funcionan a la perfección, para conseguir unos espectaculares resultados llenos de arte, sentido del humor y poesía cinética.


¿Y qué realizan estas máquinas para que tanta gracia me hagan?… pues una de ellas consigue que un hueso ande, también que lo haga una hoja de alcachofa, otra compone y descompone una silla amarilla o hace volar otra, otra máquina consigue que simples pedazos de papel vuelen como gaviotas, hay otra que desliza una tela azul hasta que llega al suelo, otra hace que una mosca revolotee incansable, alrededor de una bombilla, otra pasa el plumero, otra abre y cierra un abanico, otra dispara cuchillos…


Y así hasta casi 40 piezas realizan curiosas y divertidas acciones, que no es que sean precisamente transcendentes para la vida diaria, pero que a mí me producen una sensación de alegría infantil y de relax, que han hecho que esté deseando poder contemplar en persona alguna de las piezas de este artista por no hablar de lo que sentiría si pudiera dar a la manivela de alguna de ellas…


Dejo fotos que no dicen mucho, y que he enlazado a los vídeos correspondientes, que son los que os recomiendo veáis. No lo hagáis con prisa, tomaos vuestro tiempo, realmente merece la pena deleitarse con cada uno de los movimientos cíclicos y los sonidos de estas increíbles obras cinéticas. Yo voy a seguir un rato más con ellas.
























marzo 12th, 2009

Madera en movimiento


Algunas texturas que me han llamado la atención y que forman parte de la obra tridimensional de Henrique Oliveira.


No todo lo que hace este artista me gusta, muchas cosas casi nada, pero algunas otras han logrado captar mi atención y con eso me basta.


Su trabajo no necesita de grandes explicaciones, como se puede observar, ha sido creado con capas y capas de corteza de madera, recolectada en las calles de São Paulo, ciudad en la que vive el escultor.


Con ellas va construyendo inmensas piezas que parecen retorcerse, curvarse, moverse y expandirse en todas direcciones, creando a su paso espacios cóncavos y convexos que parecen reproducciones ampliadas del interior de algún ser vivo.


Algunas de sus piezas parecen la imagen congelada de materia viva que se desborda en un torrente viscoso, raudo a engullir todo lo que se le ponga por delante, el color rosáceo ayuda.


Por supuesto toda la composición está muy bien armada para que nada se mueva, la madera ha sido perfectamente fijada y cada pieza encaja en forma y color en su sitio correspondiente, nada fluye pues, ni se desborda, pero… a que lo parece…


Lo he conocido aquí.


















marzo 2nd, 2009

Hojas al vuelo


Otra artista que usa el papel en sus obras de arte, aunque Angela Glajcar no ha recortado con esmero páginas de libros para llevarlas a cabo. Lo suyo no son esas piezas delicadas y diminutas que caben en un dinA4, para nada, esta mujer trabaja el papel en grandísimo formato.


Sus piezas, formadas por multitud de pliegos blancos que cuelgan de techos y paredes componiendo complicadísimas figuras en apariencia ligeras pero que forman estructuras contundentes que evolucionan y giran retorciéndose en el aire.


Como hoy no estoy muy fina, voy a dejar algunas imágenes para que entendáis mejor lo que digo el resto están en su pagina web.


Sólo quiero añadir que me gusta lo que hace esta mujer, me parece un trabajo femenino y contundente, hay que tener fuerza para trabajar esos formatos y a pesar de que hoy no pueda explicarme bien, se que me gustaría mirar esos inmensos pliegos movidos por un fresco soplo de aire, sería bastante impresionante…


He conocido a la artista aquí.












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