julio 4th, 2008

El salón más grande del mundo


El ayuntamiento de Londres se ha gastado bastante dinerito en promocionar su London Festival of Architecture con acciones como la llamada London’s Largest Living Room en la que los diseñadores de Studio Weave han recreado una enorme sala de estar en el patio central de Somerset House.


Y desde luego grande es un rato, todas la piezas del mobiliario utilizado en este salón al aire libre están sobredimensionadas y el efecto se acrecienta al haber elegido una tipología de muebles, más propio de una cursi y antigua casa de muñecas que de un salón real del siglo XXI.


Las gigantes mesas, sillones, lámparas, y estanterías, ha sido realizados con planchas de madera a la que se han dado barrocas formas planas, como si fueran enormes recortables.


El motivo decorativo de todos ellos ha sido creado por la diseñadora de moda Eley Kishimoto que no se ha cortado nada y ha realizado un ñoño dibujo en tonos rosas. Además el suelo ha sido cubierto por una cuadriculada y policromada alfombra que delimita el espacio de la intervención.


No se si los autores querían conseguir un efecto tan hortera, a lo mejor han pensado que con ésto incrementaban la sensación de hogar y de comodidad, aunque este concepto hogareño no sea el propio de nuestros tiempos, dónde por ahora no acabamos de salir del minimalismo de los grandes almacenes y el estilo zen de las tiendas pretenciosamente modernas.


En cualquier caso, la intervención no pasa desapercibida y eso también es importante en estos casos… además me gusta la idea de embellecer los espacios públicos y hacerlos usables, aunque en este caso se les haya ido un poco la mano.


El proyecto se complementa con Vistas Street Furniture pequeñas instalaciones donde estos mismos muebles han sido depositados en espacios públicos de Londres. Estas piezas de mobiliario guardan información sobre el Festival, incluyendo mapas locales, e información sobre los eventos.


Lo he visto en Dezeen de donde he sacado las fotos.

julio 2nd, 2008

Hallazgos extraños en los museos


Los edificios que albergan museos y galerías están empezando a sufrir de lo lindo, no lo digo en broma. La culpa es de los artistas, que ya no se limitan a depositar la obra entre sus cuatro paredes sino que se empeñan en variar, en algunos casos drásticamente, la configuración de sus instalaciones o en darles extraños usos, para los que nunca fueron concebidos.


Tampoco quiero extenderme mucho pero, últimamente me he encontrado con cosas verdaderamente raras, tras los muros de los templos del arte. El último caso, recientito, nos lo brinda la Tate Britain londinense, que ha permitido que el artista de moda, Martin Creed, haya instalado una pista de atletismo en sus pasillos, por la que cada 30 segundos cruzará un corredor. Así será todos los días, durante 4 meses. La pieza se llama Work No. 850.

Al artista, le gusta correr, lo considera la antítesis de la muerte y al director del museo, no le ha parecido muy mal que la marca Puma patrocine esta performance velocística en su interior. Mientras, a los visitantes del museo les está prohibido correr, para no interrumpir así la carrera de los atletas.


Otro ejemplo de actividad impropia dentro de una galería se pudo ver el pasado mes de marzo en la Aram Gallery de Londres que, por obra y gracia del diseñador/artista Martino Gamper, se transformó en un restaurante. La pieza se llamó Total Trattoria.


En dicha sala/trattoria, todo el mobiliario y los utensilios fueron diseñados por Martino y cada noche se sirvió la cena a 30 invitados que degustaron los manjares y se llevaron el mantel usado como pieza artística.


En el Palais de Tokyo de París han rizado el rizo un poco más al construir en la azotea del edificio el «Hôtel Everland» que permanecerá abierto hasta diciembre de 2008. Es el proyecto artístico de los suizos Sabina Lang y Daniel Baumann que han llevado a cabo una especie de construcción parásita en la azotea del palacio de exposiciones, a la manera de las que nos propone Santiago Cirugeda, que simula un hotel de una única habitación que puede ser contratada por los visitantes para pasar la noche en ella.


En él todo es real y funciona como en cualquier otro establecimiento hotelero, incluso es atendido por el personal altamente cualificado del Hotel Sezz de París. El precio entre 333 y 444 euros noche.


«Hotel Everland» es una obra cuyo principio es poner al visitante en la situación real de utilizar una habitación de hotel. La ilusión de ser perfecto, la realidad de la explotación de un hotel debe ser respetada, sin olvidar que el Palais de Tokio es un lugar de celebración de exposiciones. Es una obra de arte y no un hotel comercial y lo que podría parecer una ambigüedad es el fundamento mismo de la obra de artistas que desea que el visitante se convierte en una parte integral de la obra.»


A otros artistas, les ha dado por destruir partes de los edificios en los que exponen y el caso es que los galeristas se lo permiten, uno de los más famosos casos fue el de Doris Salcedo que construyó su impresionante Grieta en la Tate Modern, para lo que hubo que romper el suelo de la Sala de Turbinas.


Otro ejemplo de destrucción,
es el cráter de Urs Fischer. Este artista, hizo desaparecer casi por completo el suelo de la galería Gavin Brown, dejándolo convertido en un agujero de tierra rojiza de unos 11 x 9 metros y 2,5 de profundidad.


Y todo esto me lleva a lo que de verdad quería mostrar, una pieza de la artista Magdalena Jetelová con la que me he topado hace poco, aunque en realidad fue realizada en el 1992 y se presentó en el Irish Museum of Modern Art de Dublín, en el Mak de Viena y en la National Gallery of Contemporary Art de Varsovia. En 1994, en el Martin-Gropius-Bau de Berlín.


La pieza se llamó Domestication of a Pyramid y consistió en simular que una pirámide había penetrado en el interior de un museo. Para ello, fue rellenado partes de las salas, con arena rojiza, de manera que se formaron planos inclinados que daban la sensación de que una pirámide había invadido el espacio, reventando la superficie y anegando todo lo que encontró a su paso.


El efecto es increíble, me ha sorprendido darme cuenta, que la pirámide, que quería domesticar la artista, a pesar de que excede con mucho el tamaño del museo que lo acoge, en realidad sólo existe en nuestra imaginación.


Lo único de verdad, eran unos pocos planos inclinado, que la artistas colocó estratégicamente, para que nos pareciera que la pirámide completa estába ahí y que además podíamos visitarla desde dentro del edificio, aunque éste fuera mucho más pequeño que nuestra pirámide imaginaria.


Uff menudo lío tratar de explicarlo, recomiendo ver las fotos que se entiende mucho mejor.


El resto de la obra de esta artista, que a mí me parece muy especial, la comento creo que mañana, ya que merece un post monográfico, no éste, que ya anda muy embarullado.

Dejo por aquí un artículo que me ha enviado Info. Se llama El mundo al revés: arte urbano en las galerías y cuadros en la calle ha sido publicado en la web del MURAC y trata, como os podéis imaginar, de confusión, arte urbano y museos. Un poco más de leña al fuego…

junio 20th, 2008

Hotel Democracy


Pensando estos días en la «penosa» directiva europea del retorno de inmigrantes indocumentados y su estancia en campos de internamientos hasta 18 meses, si es necesario, no he podido evitar pensar en la obra Hotel Democracy presentada por su autor Thomas Hirschhorn en Art 40 Basel.


La pieza fue creada para la exposición Common Wealth de la Tate Modern y en ella se representa un hotel, a la manera de enorme casa de muñecas torpemente realizada y ensamblada, atestada de objetos e imágenes.


Sus 44 habitaciones, llenas de muebles humildes y anacrónicos, cuyas paredes están repletas de elementos gráficos, componen un mural inmenso e intenso y tan real, que no he podido evitar que el desasosiego me invada, y eso que yo sólo he visto fotos.


Cada dependencia representan una manera de entender la democracia y la lucha para conseguirla. Sus paredes han sido cubiertas con imágenes simbólicas sacadas de los medios de comunicación y el huésped de ficción que se acerque a este hotel, puede elegir establecerse en la que más identifico se sienta.


El dramatismo de esta impresionante pieza, se refuerza con la utilización casi descuidada que el artista hace de materiales tan básicos como la cinta de embalaje, las láminas de plástico, el cartón, el aluminio y el contrachapado.


Copio lo que dice el autor sobre obra «Hotel Democracia es una escultura de un edificio que contiene diferentes conceptos, realizaciones, malentendidos, perversiones, esperanzas, sueños y desastres de la democracia… y yo quiero representar esa confusión sin juzgarla ni jerarquizarla».


El visitante de la exposición, puede adentrarse en la instalación, para apreciar con detalle la realidad que intenta mostrar el autor con la ayuda de las impactantes imágenes que pueblan sus paredes, pero esta visita no lo va a dejar impasible y se verá obligado a tomar conciencia de la realidad, lo que puede ser altamente perjudicial, si no se quiere «saber».


Yo, al hilo de lo que me trajo aquí, me imagino ese hotel, habitado por esos inmigrante sin papeles, non gratos para nuestra democracia, que deberán pasar una larga temporada en él. No me quiero ni imaginar, cómo cada uno representaría en su habitación, la idea de democracia que le hizo querer establecerse aquí y la realidad de democracia que tendrá al final de su viaje. Deberíamos obligarnos todos a pasar por ese hotel.


Me he enterado por Designboom.


Es imprescindible echar un vistazo al resto de la obra de este autor, se puede ver en la galería Stephen Friedman y tengo que decir que es de las obras más provocadoras, que he visto últimamente, pero con una provocación de las que de verdad me tocan, sin necesidad de epatarme.











junio 7th, 2008

Casa de muñecas muy real


La joven artista Heather Benning decidió convertir una granja de Manitoba Canadá en una casa de muñecas a tamaño natural.


Dollhouse se llamó su proyecto, en el que estuvo trabajando 18 meses y que consistió en restaurara una granja, que quedó abandonada en 1968 para devolverla su apariencia de aquella época.


Buscó muebles de la época, eligió cuidadosamente el color de las paredes y mimó hasta el último detalle para que la construcción consiguiera transportar a los visitantes 40 años antes.


El exterior lo conservó tal cuál lo encontró y demolió una de las fachadas sustituyéndola por acetato transparente, con lo que consiguió que pareciera una auténtica casa de muñecas, pero a tamaño real y de hace 40 años. El efecto es como poco sorprenderte.


El proyecto formó parte de la muestra Made in the West y yo lo conocí a través de Mocoloco.





mayo 10th, 2008

Con estas manitas y…


La agencia de diseño multidisciplinar holandesa Edhv, es un buen ejemplo de cómo compaginando el trabajo, con la investigación y la innovación y añadiendo buenas dosis de sentido del humor y diversión se pueden conseguir resultados válidos y creativos.


En junio de 2007, parte de su equipo, se trasladó a la Feria del mueble de Milán, para tratar de dar su visión sobre lo que allí se cocía y de paso crear algunos prototipos que tuvieran en cuenta lo allí observado. Al proyecto lo llamaron Mln.


El objetivo era elaborar un catálogo alternativo a lo que se estaba mostrando en tan magna feria, para lo cual decidieron preguntar a los visitantes qué era lo que más les gustaba y lo que menos, de los diseños vistos.


Con las respuestas, humildes materiales y las manos, crearon sus objetos, creo que emplearon un día en ello, después los fotografiaron y elaboraron su particular catálogo.


Un ejercicio de divertimento, del que se salieron piezas formalmente interesantes, todas hechas en un pis pas y con gran precariedad de medios. Y es que a veces, es tan bueno dejarse llevar…


Lo he visto en ffffound.











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