Hoy echo de nuevo la vista atrás para volver con las sombra, mi tema favorito … y esta vez quiero fijarme en las que se generan cuando la luz incide sobre una superficie de multitud de clavos.

Suena raro lo que digo si no se conoce la obra del artista Günther Uecker, pero es que el trabajo de casi toda su vida va sobre eso, bueno, también es un magnífico grabador.

Corto y pego un párrafo en el que gente, que sabe más que yo, habla sobre su obra, hay muchísimas más referencias en la red, así que  me dedico a elegir imágenes que ilustren el post y las explicaciónes se las dejo a otros.

«Sus ritmos de clavos han hecho famoso a Uecker en el mundo entero. Al principio no le interesaba el material en sí, los clavos, sino el espacio entre ellos, el juego de luz y sombra, lo desconocido, lo buscado, la fantasía. En su fase del grupo Zero, el clavo le ayuda a articular fenómenos luminosos. En sus «campañas de clavos» – creadas para ámbitos habitacionales – martilleaba los clavos en las superficies de máquinas de lavar ropa, receptores de televisión, lámparas, mesas y sillas. Era su forma de cercar los desconocido, de crear espacios libres para la fantasía. Al comienzo le interesaba el «estado blanco». Todos los clavos eran blancos. Sólo más tarde aparecen los clavos sin camuflaje y adquieren su propio valor con los rasgos específicos del material. Sus nuevos trabajos reaccionan a acontecimientos políticos, como lo hace la exposición «El hombre vulnerado».

Además de estas cosas que nos cuentan, yo destacaría cómo este artista, logra convertir objetos de uso cotidiano y superficies anodinas, en esculturas de apariencia casi viva, con piel erizada y aspecto mutante, algunas son realmente bellas.

Ya lo conocía y las fotos las he sacado de google.