
Lineal, monocromática, imágenes aparentemente simple que esconden una complejidad, que me perturba. Así percibo yo la obra de la artista Esther Stocker.

Ella trata de engañar, ofreciendo una visión espacial, que falsea una, a simple vista, ordenada realidad en la que siempre hay piezas que no encajan y donde su obra tridimensional parece pintura mientras que los murales adquieren tridimensionalidad.

Abstracción, suprematismo, op art, cubismo … muchas referencias artísticas me vienen a la cabeza cuando miro su trabajo, que al final se concreta en simples líneas negras que atraviesan y descomponen el blanco espacio aunque también se podría decir que son las líneas blancas las que rompen el fondo negro.

Y no tengo mucho más que contar, es lo que tiene que una obra sea tan visual, os dejo las imágenes para que también os atrapen a vosotros.

Lo he visto en Vvork.








