enero 22nd, 2009

Líquidos coloreados


Hoy me voy a permitir el lujazo, he pedido permiso, de copiar al pie de la letra, lo escrito por un maestro del arte de la calle, que me ha hecho conocer a un artista, que me ha encandilado.


El autor del texto es Javier Abarca y su blog Urbanario, es de obligada lectura para todo el que quiera tener un conocimiento profundo y bien documentado del arte urbano, a nivel internacional.


Su último post, en el que habla de las cualidades del aerosol, ha dado en la diana de mis preferencias, con su reseña sobre Cristopher Cichocki, artista de rotunda plasticidad, cuyo dramático trabajo con aerosoles y líquidos, es de lo mas impactantes que he visto últimamente en las calles.


Ahora copio a Javier y yo me retiro: «Cristopher Cichocki (1979) es un joven artista norteamericano afincado en California. Su ecléctica obra incluye desde vídeos a pinturas al óleo, pero la parte de su producción sobre la que quiero llamar la atención entra dentro de lo que entendemos como intervención urbana autónoma, es decir, actuaciones independientes y no comisariadas en el espacio público que responden al contexto en el que suceden y juegan con alguna particularidad del mismo.


Se trata de otro artista desconocido en la escena del arte urbano pero cuyas propuestas, totalmente pertinentes para dicha escena, resultan bastante más estimulantes que lo que ésta suele ofrecer. Las intervenciones de Cichocki asumen su transitoriedad y lo necesario de su vínculo con el contexto que las alberga y se manifiestan en forma de fotografías.


Se trata de la táctica que el maestro Andy Goldsworthy (1956) –el artista académico más habitualmente citado como referencia en la escena del arte urbano– asumió desde el principio de su carrera tras enfrentarse al mismo problema. En ambos casos –salvando las distancias– las imágenes resultantes están llenas de fuerza lírica, gran parte de la cual emana del modo en que retratan la belleza del contexto y la volatilidad de la intervención.


Cichocki utiliza la pintura en aerosol de formas sorprendentemente reveladoras. El aerosol tiene una cualidad especialmente importante que lo distingue de casi todas las demás técnicas de aplicación de pintura: la ausencia de contacto entre la herramienta y el soporte. Esta cualidad es utilizada por los escritores de graffiti para ignorar la irregularidad de los soportes sobre los que trabajan y para ubicar sus piezas encima de objetos diferentes y contiguos como si se tratara de una única superficie. Así por ejemplo una determinada pieza de graffiti puede ocupar simultáneamente parte de una pared, de una puerta y de una ventana sin que el salto entre soportes suponga estorbo alguno en la ejecución de la obra ni en su percepción como unidad.


“Land spore” (2008) o “Miracle grow” (2005) utilizan también una cualidad única del aerosol, esta vez la misma que el graffiti explota: la capacidad para aplicar pintura sobre superficies extremadamente irregulares. Los resultados se pueden considerar esculturas aunque no están lejos de ser readymades en los que la acción del artista –según el esquema del readymade, la simple voluntad de designación de un objeto como obra artística– toma la forma de un cambio cromático. Si bien la ausencia de contacto físico entre artista y objeto, posibilitada por el uso del aerosol, vincula la efectiva acción pictórica con la inacción conceptual del readymade.

En obras como “Asphalt island” (2004) Cichocki utiliza la herramienta de forma diametralmente opuesta. En una renuncia deliberada de la capacidad del aerosol a la que nos referimos el artista traza un contorno que refuerza la separación entre dos elementos diferentes de la superficie del suelo –un parche de hierba y el asfalto que lo rodea– en un movimiento que no hace sino subrayar un aspecto de la realidad del paisaje pero que, extrañamente, resulta una imagen particularmente irreal, que por momentos nos hace dudar acerca de la distancia entre el objetivo y el suelo, si acaso la imagen se ha tomado desde un trípode o bien desde un helicóptero a centenares de metros de la superficie.

En propuestas como “Origin” o “Drift”, ambas de 2006, el artista hace uso de dicha capacidad del aerosol aunque de un modo muy diferente al explotado por el graffiti. Aplicando la pintura sobre superficies no sólidas como masas de agua, impracticables para las herramientas tradicionales de la pintura pero no para el aerosol, Cichocki crea imágenes turbadoras que vuelven a remitirnos a la idea del cosmos dentro del cosmos, en las que se hace difícil distinguir el charco de la galaxia.

1 comentario

  1. Wow, super bueno el blog! Veo que llevas tiempo blogueando.
    Has redactado un buen contenido sobre el evento, con un buen argumento.
    Me Gusta.
    Así mismo te dejo link de mi blog, a modo de complementar la información.

    Comentario by La pintura en spray del mundial de futbol — 23 junio, 2014 @ 12:13

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