Siempre estoy queriendo mostrar el trabajo de algún ilustrador interesantes pero en el último momento me retraigo, por ser una disciplina en la que no me siento del todo cómoda. Debe ser porque en el fondo no puedo evitar relacionarla, más de lo debido, con mi trabajo publicitario.

Y de esta predisposición, nadie más que yo tiene la culpa, en ningún caso los ilustradores, que en su mayoría realizan un trabajo interesante, creativo e inspirador, pero… pero… si para más contradicción, en mi mesilla de noche el único libro que permanece es el Didola Pidola Pon de Maurice Sendak.

Así que sin más excusas, cojo el toro por los cuernos y en voz bajita y tímidamente, dejo aquí la obra de un ilustrador que me gusta mucho, tanto que no me pierdo ninguno de sus nuevos trabajos, porque me dan energía y una confortable sensación de alegría.

Por ser mi primer post sobre este tema, no me voy a expender explicaciones, no me atrevo, pero además es que en este trabajo, tampoco son muy necesarias.

Pues nada más, os dejo con la obra de Michael C. Hsiung, un artista que destila ligereza, humor algo retorcido, frescura, creatividad y simple elegancia, todo en blanco y negro, eso sí, con pequeños toques de rojo.

No me acuerdo como llegué a él, pero me alegro.

El próximo día prometo explicarme mejor.