Delicadas y volátiles instalaciones del artista Onishi Yasuakien las que combina el plástico y el aire, para crear grandes obras tridimensionales que exceden la escala humana.
En estas esculturas, los conceptos de forma, volumen, movimiento dependen de algo tan inmaterial como un soplo de aire, que actúa constantemente sobre un material liviano como el plástico, y que combinados, adquieren una presencia rotunda y bien definida, sin perder en absoluto la sensación de ligereza, transparencia y fragilidad.
Después de unos días de descanso, retomo actividad con un inspirador proyecto del artista Adán Frelin.
Se llama White Line y consiste en una larga fila de fluorescentes unidas a lo largo de un cable de acero suspendido entre 2 colinas. La línea de luces se curva levemente para simular el valle.
Según leo, en este contexto, la luz de los fluorescentes se asemeja a la luz de la luna y las sombras que crea y la manera en que se iluminaba el valle, le confieren una apariencia casi sobrenatural.
Sentada en las escaleras de la Plaça do Comércio de Lisboa, relajándome mientras miraba cómo las aguas penetraban de una manera natural en la ciudad, me ha venido a la cabeza el proyecto de rehabilitación del muelle de la ciudad de Zadar en Croacia Morske orgulje, gracias al cual, se instaló un órgano marino que suena cuando las aguas penetran en los agujeros practicados en las piedras que forman la gran escalinata que conduce al mar.
Se trata de una solución arquitectónica que como, en la Praça do Comércio, resuelve el encuentro del paseo marítimo con el agua, de una forma gradual, mediante amplios escalones de mármol blanco que se adentran en el mar bajo las olas.
Los tres primeros tramos de la escalera son los más largos: constan de seis escalones y salvan una altura de unos 2 metros, que es la cota más elevada de la plataforma de llegada de cruceros. A partir del cuarto tramo, la cota del paseo se acerca suavemente al nivel del agua, de forma que cada nuevo tramo de escaleras pierde un escalón. El último tramo, que ya ha alcanzado la cota definitiva del paseo, solo tiene dos escalones sobre el agua.
Path consistió en un túnel que de manera laberíntica y zizagueante, que ocupaba todo el espacio de la galería. La única fuente de luz provenía de cortes verticales y horizontales a lo largo de la construcción. Por los bordes afilados de la estructura, la luz se dispersaba de tal manera que se producían sombras erróneas en las paredes, de manera que se por más que se intentará siempre se perdía la noción del espacio hasta quedar completamente desorientados y sin poder encontrar la salida.
Según nos cuenta el artista «pretende así aumentar la conciencia de nuestro cuerpo a través de la pérdida de nuestra orientación espacial. Los visitantes son así constantemente expuestos a la experiencia espacial de la descentralización, la desorientación, la fragmentación y la inseguridad. Puesto que no hay diferencia física notable entre nosotros y los objetos de fuera, nuestra capacidad para conceptualizar nuestro espacio circundante se convierte en obsoleto».
Hoy os dejo una poética instalación del diseñador Paul Cocksedge para el Fete des Lumineres, el festival de luz que estos días está teniendo lugar en Lyon.
El diseñador llevó a cabo una instalación, que represantaba una bandada de folios escapados de una oficina, volando en la noche oscura, a causa quizás de un fuerte golpe de viento.
Las 200 hojas resplandecientes, que se utilizaron para su ejecución, fueron fabricadas en un fino material conductor de electricidad que se ilumina cuando una corriente pasa a través de ella. Todas las hojas, tamaño A3, fueron moldeadas a mano y colgadas en un tendido de cables, imperceptibles para el ojo.