Hoy, os dejo un trabajo, que por su sencillez formal me ha encandilado.
Las series Open Box I & II, de la artista Krystina Naylor, son esculturas en papel, creadas especialmente para el lugar donde van a ser expuestas, jugando con el punto de vista del espectador.
Las sombras me pierden, creo que ya lo he dicho miles de veces, así que hoy he disfrutado con la instalación The Tenth Sentiment, de Ryota Kuwakubo.
Este artista ha creado una escenografía en miniatura, utilizando objetos de uso cotidiano, sobre los que arroja una fuente de luz móvil, que recorre el paisaje sobre un tren teledirigido, dejando a su paso escenas de una ciudad de sombras proyectada sobre paredes blancas.
Según avanza el dispositivo de luz, descubrimos que la ciudad está formada por papeleras que recuerda las torres de refrigeración, lápices de colores que simulan un bosque, objetos de plástico conforman la arquitectura, pinzas de la ropa que hacen de tendido eléctrico… y así, los continuos pasos del trenecito luminoso, nos van dejando intuir más y más de los misterios que esconde esta particular ciudad.
En fin, un divertimento para la vista que quería compartir con vosotros. Yo lo he visto aquí y las fotos se las he cogido al artista.
Os dejo las últimas intervenciones del artista urbano Filippo Minelli. Ya he hablado varias veces de él en el Ático, sobre todo desde que en Silence, cambió de estilo, dejó a un lado sus «textos» y se dedicó a pintar en la calle de una manera más «minimalista»…
Si en Lines utilizó el spray para trazar larguísimas líneas rectas en el espacio público, en Shapes, es el humo el encargado de dar color a la naturaleza, de una manera tan extremadamente efímera, que sólo queda fijo en las fotos con las que el artista documenta cada pieza.
Para contemplar el trabajo de Akiko Ikeuchihay que tener los ojos limpios y descansados ya que es tan sutil que cuesta percibirlo.
Son trabajos hechos con finos hilos de seda, la mayoría de las veces de color blanco, que flotan en el aire componiendo figuras que parecen estar a punto de desaparecer en el espacio.
No tengo mucho más que decir, no quiero entorpecer tan delicada visión con torpes palabras.
Poéticas piezas del artista Zimoun que combina con elegancia sonido y movimiento, dotando a rígidas estructuras, de una sensación orgánica sorprendente.
Son piezas construidas sobre soportes básicos y repetidos, cartón, madera, plástico; dotadas de una mecánica sencilla, en las que pequeños motores giratorios son implementados con alambres, latiguillos, muelles, pelotas de goma… que percuten es el soporte produciendo un sonido que a mí me hacen pensar en mil tipos de lluvia, vientos huracanados, maquinaria pesada trabajando, coches pasando, palos chocando…