La niebla y el humo son elementos utilizados frecuentemente por los artistas contemporáneos, ya he dejado muchas muestras de sus aplicaciones en este blog, pero hoy quería hablar de una de las pioneras en este arte, se llama Fujiko Nakaya y lleva trabajando con este delicado material desde los años 70, convirtiendo arquitecturas, interiores de museos y espacios naturales en mágicos y misteriosos mundos en los que las personas se deben sentir cual seres etéreos caminando entre nubes con la extraña sensación de estar suspendidos en el cielo.
Su última instalación, en los tejados de un edificios en Linz, Austria, dio a los visitantes la oportunidad caminar a través de una espesa niebla como si de golpe el cielo hubiera descendido a altura humana para proporcionar una experiencia casi mística a los visitantes.
Según he leído, la artista es hija un investigador, muy conocido por su trabajo en glaciología y la generación de nieve artificial y ha dedicado toda su vida a la investigación artística relacionada con el agua y los fenómenos meteorológicos cotidianos.
Su primer trabajo artístico con este material, que desarrollado junto a la mítica organización Experiments in Art and Technology (E.A.T.), fue la de envolver el Pabellón de Pepsi en la Exposición Mundial de Osaka 1970, convirtiéndose así en la primera artista que creó un ambiente de niebla escultórica.
Desde ese primer proyecto, Nakaya ha creado jardines de niebla permanentes en todo el mundo, también creó recientemente una escultura de niebla para el Guggenheim de Bilbao, y participó con los arquitectos Diller Scofidio, en el Edificio Blur para la Expo de Suiza en 2002 en el lago Neuchatel. Nakaya también ha colaborado con artistas como Trisha Brown, David Tudor, y Bill Viola para desarrollar actuaciones de niebla y escenografías.
Si en un principio desarrolló técnicas basadas en productos químicos para crear la niebla, gracias a su colaboración con el ingeniero Thomas Mee, con el que ha trabajado desde los comienzos, ha acabado desarrollando un sistema para generar niebla artificial a base de agua, lo que las hace mucho más respetuosa con el medio ambiente.
Ojalá pronto me cruce en el camino de esta mujer, debe ser interesante sumergirse durante un rato en uno de sus paraísos difusos.
He conocido su último trabajo aquí, y las fotos las he sacado de google y de aquí.
Genial.
GRACIAS, REME!