junio 18th, 2010

La vieja Alicia

Hoy os dejo una película corta de Alicia en el País de las Maravillas. Tienen la particularidad de que se rodó en 1903, cuando las cosas se hacían de otra manera… Acaba de ser restaurada por la BFIfilms y es un placer verla, a pesar de su mal estado de conservación…

Espero que disfrutéis tanto como yo con esa manera tan «inocentemente encantadora» de contar el famoso cuento de Lewis Carroll.

La encontré en YouTube.

abril 20th, 2010

Cosas que hacer con la porcelana rota

Hoy os dejo unas encantadoras piezas de porcelana que me han inspirado y eso que son las 4 de la madrugada y que tengo un sueño que me muero. Así que hoy, poco texto y más fotos.

La piezas que os quiero mostrar están creadas por el artistas Kjell Rylander utilizando porcelanas antiguas y muchas veces rotas.

Me gusta ver cómo a partir de anodinos trozos de vajillas recicladas, consigue crear obras mucho más interesantes compositivamente hablando, también me encandila la manera en que consigue cambiar la percepción de un básico objeto añadiendo una pequeña e insignificante pieza y el apropiado uso que hace de elementos que, sin ser exactamente de cerámica,  se asocian directamente a ella.

Por hoy ya vale de cháchara, mejor que veáis las piezas que son mucho más interesantes que lo que yo pueda decir de ellas.

Este trabajo lo he conocido aquí, las fotos son del artista.

mayo 29th, 2008

Unas no tan tradicionales figuritas de porcelana


Que la cerámica puede ser un material que saca lo más macabro de algunos artistas, es algo de lo que cada vez estoy más convencida. De hecho cada vez me atrae más como forma de expresión artística.


Esta vez, es Barnaby Barford quien con su serie Private Lives ha dado una irreverente vuelta de tuerca al concepto de cerámica tradicional y cursi, convirtiendo, tiernas figuritas en seres perversos y surealistas.


Crea piezas únicas, buscando material existente y transformándolo en objetos siniestros. Y ¿qué hace exactamente? pues toma objetos de la cultura pop o los dibujos animados, con larga tradición y hace juegos malabares con sus diversas piezas y las repinta de modo que acaba recreando situaciones discordantes e inapropiadas que rozan lo kitsch.


Y como una imagen vale más que mil palabras, pues nada, os dejo las fotos para que disfrutéis si sois algo morbosillos.


Lo he visto en Cool Hunting.










mayo 27th, 2008

La muerte se instaló en las calles de Nápoles


Varias circunstancias se han dado para que cambie el post que iba a escribir hoy sobre algo que me he traído de Copenghague y decida hacerlo sobre Ernest Pignon-Ernest un particular artistas urbano que compone su obra con técnica al más puro estilo clásico pero que remata con mensajes reivindicativos de actualidad que, creo, no dejan impasibles a los que se topan con ella.

He dado con él a través de A desgana justo después de leer los post sobre La ética de la muerte en los que Paul M. de Inicios nos hace participes de sus dudas sobre si deben o no ser mostradas imágenes explicitan sobre la muerte.


Le comentaba yo, que me parece que llaman mucho más la atención las escenas de muerte, sacadas de su contexto habitual en los medios de comunicación, de ahí lo efectivo que resulta que esas imágenes lleguen por conductos relacionados con el arte. La publicidad, en ocasiones, también ha tratado de enfrentarnos con ese mismo tipo de escenas, pero como sus fines son mucho más perversos no merecen ser tenidos en cuenta aquí.

Hace tiempo, publicamos en Flylosophy un artículo, Art not war sobre el arte y la guerra, con ejemplos de cómo el artista tiene el poder de ponernos, de una bofetada visual, en la órbita de la realidad del momento, el artículo es del 2005, dios ¡cómo pasa el tiempo! la información ahora resulta algo obsoleta pero bueno, son trabajos que en su momento verdaderamente nos impactaron y a mí, aún pasado el tiempo, lo siguen haciendo.


Bueno, pues a lo que iba, que me he encontrado en A desgana con la obra de Ernest Pignon-Ernest y he pensado… un ejemplo buenísimo, que me viene al pelo para tratar de dar significado a mis tribulaciones de hoy…

Porque en mucha de la obra de este artista, justo la que a mí mas me ha interesado, la muerte es protagonista. Una muerte que saca a las calles y que muestra sin pudor, que no es un documento fotográfico sino arte urbano, del que te encuentras cuando vas a la compra y que está condenado a desaparecer. En este caso, viene envuelto en una elaborada técnica de carboncillo cuya apariencia de arte clásico no le quita ni un ápice de dramatismo y actualidad.


Cuando he visto su trabajo en la ciudad de Nápoles que desarrolló de 1988 al 1995, tampoco es que sea muy actual que se diga, me ha dado un vuelco el corazón, del primer vistazo he creído ver cómo las obras de José de Ribera (El Españoleto) han salido a las calles de su ciudad. Por si no os lo había dicho, cuando tengo que nombrar a de mis pintores preferidos, él siempre está en mis pensamientos.

Pero no es Ribera sino Caravaggio el inspirador de su trabajo, por lo que he leído, pero a mí me parece que alguno de sus martirios ha debido ver. En cualquier caso, en el artículo aparecido en la revista sepiensa.net nos hablan del significado de esta serie de trabajos del autor. Sin que sirva de precedente os animo a que lo leáis, pues contiene algunas reflexiones sobre arte urbano en general.


Yo, a golpe de vista, me quedo con que, es una obra que me conmueve, inevitable tratándose de la muerte, aunque también ayuda que haya sido realizada con bastante perfección técnica y que se emplee un lenguaje artístico de hace 400 años que en mi opinión resulta igualmente eficaz y conmovedor a día de hoy, sin importar que se hable de sida o de cualquier otro tema que nos queramos imaginar.

Otra cosa que me parece importante en esta obra, es que tiene todo en sentido del mundo haberla dejado en las calles de la maravillosa y actualmente inmunda, Nápoles, una ciudad donde es inevitable pensar en la muerte, en el caos, en la suciedad en los mitos y en esa especie de belleza decadente que impregna todo y da color a sus muros. En otro lugar no hubiera sido lo mismo.


Es muy interesante que Ernest realice su trabajo pensando en el contexto en el que va a ser visto, no siempre ocurre, muchos artistas urbanos realizan el mismo tipo de trabajos en cualquier parte del mundo, ¿será porque ahora casi todo se conoce por internet y así el entorno deja de tener importancia?. En el caso de la relación del artista con Nápoles se intuye una total familiaridad y armonía.

El resto de su obra, es interesante también, aunque no tanto para mí, dado que su temática me parece más evidente. En cuanto a la perfección de su técnica pictórica, pues lo que digo siempre, aunque no se puede apreciar bien es su web, creo que me gusta por estar en la calle, en una galería seguramente tendría criterios mucho más exigente, ¿será por eso que no me hace gracia que el arte urbano ande metiéndose en los espacios cerrados?…


Se puede ver más obra, que no aparece en la web, en este vídeo tan efectista.

abril 28th, 2008

Visor de nubes


Hay muchas cosas de Madrid que empiezan a no gustarme y de las que no consigo aislarme simplemente poniendo la música a todo volumen cuando voy por la calle. Puede que sea por eso que la idea de Kim Laughton me ha parecido una solución medianamente aceptable para esos momentos en los que se hace insoportable lo que uno está viendo.


Se trata de un mini reproductor de fotos que se ha colocado dentro de una funda metálica en la que se mezcla la estética de una antigua caja de metal con la apariencia de un moderno reproductor mp3.


Para su funcionamiento, se ha quitado la luz de la pantalla LCD dejándola transparente, de manera que cuando se pone la caja en una fuente de luz y se aprieta el botón, se ve una colección de fotos, con motivos de cielos con nubes, que la diseñadora ha seleccionado para nosotros.


El prototipo se llama Box of Clouds y su creadora dice de él «para uso en días de cielos poco interesantes». Yo añado… casi todos…


Un proyecto similar, de la misma autora, se llama Tin y es otro visor de fotos, esta vez más pequeño, de una pulgada y media, insertado en una caja de latón antigua al que se ha añadido una mirilla. Para acceder al botón de encendido, simplemente un corte en la caja deja acceso al circuito.

Dentro de ella, piezas de relojes y alas de insecto se funden con las fotos proyectadas en la pantalla, produciendo un efecto de tres dimensiones cuando se mira dentro. Las imágenes 70 en total, donde se mezclan corazones, textos y elementos geométricos, cambian cada 5 segundos.


Pues lo dicho, si como a mí, ya no os basta con no escuchar, sino que tampoco queréis ver, podéis probar llevando una de estas poéticas cajitas de imágenes en el bolso, aunque ahora que lo pienso también podéis ver vídeos musicales e incluso pelis con algún modelo avanzado de reproductor mp3, eso sí, el envoltorio quizás no tenga tanto encanto como los de Kim.


Lo he visto en Ektopia.


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