Sencilla pero efectiva intervención urbana y no tan urbana, de Donna Wearsmouth y Simon Walvin, dos diseñadores que estudian en la universidad de Northumbria.
Out-of-place se llama este trabajo, que consistió en colocar pasos de cebra simbólicos en lugares donde su uso por parte de los peatones, sería imposible. Así nos lo encontramos dentro de un riachuelo, en un puente que no se necesita cruzar, en una vía de tren peligrosa, en una estrecha calle sin acera o en un túnel por el que no se puede transitar.
Según los autores con este trabajo pretendían poner reglas, en este caso de circulación, en lugares en los que no deberían existir, como son el campo y otros lugares de difícil acceso para el transeunte.
A mi me gusta pensar que es una invitación a hacer cosas absurdas para así revolvernos un poco contra la mala costumbre de nuestros planificadores urbanísticos, que se empeñan en conducirnos siempre por donde ellos quieren, incluso en esos sitios en los que las prohibiciones o permisos sobran… ya que no conducen a nada…
Esta sugerente intervención la he conocido aquí y las fotos las he sacado de aquí














