Ya he hablado por aquí de las instalaciones de Bautista Debomourg, un artista que construye piezas monumentales, de apariencia precaria y frágil.
En su último trabajo, Aerial, estas ideas están tremendamente presentes ya que ha levantado una grandiosa instalación a base de cristales rotos, con los que compone una gigante tromba de agua entrando por las ventanas de una habitación e inundando todo a su paso.
En resumen, ha conseguido que pensemos en destrucción, a través de materiales destruidos, que en sus manos han adquirido un valor constructivo insospechado… ufff que me lío…
Os dejo lo que el autor ha escrito en su web sobre ella «The mind is everything. The material is the servant of spiritual». Ante esto… nada más que decir por hoy…






















