Sin mucho tiempo para escribir, os dejo un puñadito de instalaciones de corte poético, llevadas a cabo por la artista Perrine Lievens.
No hay mucho que explicar, repensar objetos cotidianos dándoles una visión más onírica y surrealista es la característica más destacada de sus instalaciones a pequeña y gran escala. Pero bueno, todo queda bien explicado en las imágenes.
Instalaciones precarias en las que la luz de neón suele ar presente, junto a materiales de deshecho, sonidos, humo y cables. Así es el trabajo de Nina Canell, y a mí me parece, al observarlo, que estoy presenciando un experimento o una prueba de materiales inconclusa.
Nada más se me ocurre que decir, así que os dejos las fotos para que vosotros mismo valoréis este trabajo que tanto me cuesta explicar.
Lo vi aquí y las fotos las he sacado de google, ya que en su página web no he encontrado nada.
Hoy os dejo ejemplos del trabajo de Latifa Echakhch, una artista conceptual, que a través de sus instalaciones, trata de examinar críticamente los problemas socio-políticos que conlleva la globalización y su repercusión en el concepto de identidad.
Obras que combinan poética y política, en las que elementos de uso común, destinado a un fin concreto sabido por todos unidos a símbolos nacionales en muchos casos propios de su país, Marruecos, son descontextualizados para darles un enfoque diferente, que inevitablemente hace pensar.
Para contemplar el trabajo de Akiko Ikeuchi hay que tener los ojos limpios y descansados ya que es tan sutil que cuesta percibirlo.
Son trabajos hechos con finos hilos de seda, la mayoría de las veces de color blanco, que flotan en el aire componiendo figuras que parecen estar a punto de desaparecer en el espacio.
No tengo mucho más que decir, no quiero entorpecer tan delicada visión con torpes palabras.
Lo conocí aquí y las fotos son de la autora…
Ojos que miran en la noche, escondidos en la oscuridad… así dicho parece una peli de terror, pero no, se trata de la instalación Night Watch, de WOKmedia un estudio de diseño que se empeña en dejar enormes ojo de cristal iluminados, en ciudades como Londres, Beijing, Shanghai.
Estos guardianes de la noche, están hechos artesanalmente con un antigua técnica china que consiste en pintar en el interior de bolas de cristal hueca, a través de un pequeño agujero, y esto no es nada fácil ya además de las estrecheces, que hay que tener cuenta cómo se va a ver desde fuera.
Estos ojos, más de 200 hechos uno a uno para cada instalación, están inspirados en los de los animales. Son colocados entre la vegetación e iluminados con faros de coche que les dan un brillo hipnótico, similar a los ojos de los animales afectados por los rayo de luz.
