diciembre 26th, 2007

Recortes de verde césped


Je je je, ¿a que pensabais que ya no tenía gran cosa que decir sobre la ciudad y las plantas?.

Pues que va, aún tengo cosillas verdes que sacar de los armarios de mi atiquito. Y una de las que mas gusto me da mirar es la pieza diseñada por el estudio suizo StauffacherBenz.


Se llama Relax y consiste en una silueta humana tumbada en posición relajada, que se ha rellenado de césped y se puede incrustar en el pavimento de las ciudades.

Se genera así una pequeña explana verde con forma de persona tumbada, que crece en el gris cemento y que invita a tumbarse en ella y mirar al cielo evocando un relajado día de campo.


Ideal para mitigar el estrés de una ajetreada ciudad o simplemente para provocar la sonrisa expontanea de los paseantes que se vean rodeados de esas figuras en su paseo por la ciudad.

También han creado una versión para sitios privados o interiores en la que han aplicado la misma forma a unos contenedores blancos y exentos. Son muy muy decorativo e invitan a una siesta reparadora, eso sí, sin moverse demasiado.


Esta pieza ganó en el 2003 un concurso Ideas para el desarrollo sostenible de la ciudad, Zurich y ha sido producida posteriormente por la empresa Eternit.

Muy divertidos esto chicos suizos, sólo hay que echar un vistazo a otros de sus trabajos, como por ejemplo el Be your own chair…, Dip o Nassiterna Vivens.


Otro objeto verde y divertido pero esta vez algo más manejable e incluso podríamos decir que ponible, es La Bague Gazon, un anillo de porcelana y oro que porta un diminuto jardín en su interior.

Sí, como lo estáis leyendo, este pequeño anillo está diseñado para que crezca en él un pedacito de césped verde verde.


Es increíble, aunque para que luzca bien hay que dedicarle algo de tiempo, regarlo y podarlo un poco, seguro que además hay que hablar con él y mimarlo, pero el resultado es divertido a rabiar. Ha sido producida por los joyeros Ratinaud.


Eso sí, no vasta con comprarlo y listo (su precio parte de 100 euros, hasta los 120 del que más oro lleva), ha que tener un poco de paciencia, plantarlo y verlo crecer, antes de poder usarlo.


Esperemos que la hierba no se caiga con los movimientos de la mano, porque sin esta mata verde el objeto no es gran cosa.

Ambas cosas las he visto en Urban Kinetics.

diciembre 18th, 2007

Un columpio de luz


Me parece precioso el columpio con luz que ha creado la empresa BCXSY.

Se llama Swing Lamp, y sirve según sus creadores para no sentirse sólo en la oscuridad.


Es muy sencillo, una simple caja de luz, unas cuerdas y un sistema de iluminación por LED que funciona con un mecanismo autónomo que no precisa de una fuente de luz, es decir, que se puede instalar en cualquier lugar.


Si tuviera un jardín sería algo que querría, me sentaría en él para ver cómo se pone el sol, escuchando música y cuando se hiciera de noche lo encendería, para que su estela me iluminara en la oscuridad. Así yo misma me convertiría en una aparición.


Espero que no gaste demasiada energía y que además no sea muy caro, ¿es mucho pedir?.

Lo he visto en Swissmiss.

diciembre 5th, 2007

Un parque sin hierba, una casa con césped y un jardín temporal


He visto en Ffffound un proyecto que el artista suizo Rahel Hegnauer (no se si es hombre o mujer) ha desarrollado del 2002 al 2004. Se llamó Grundriss y consistió en una intervención artística simultanea en un jardín y un apartamento.


Rahel eligió un jardín con suelo de verde hierba. En él dibujo el plano a tamaño real de un apartamento de dos habitaciones. Cuando tuvo las medidas pasadas al suelo, fue quitando poco a poco el césped del interior hasta dejar el plano, vacío de vegetación, en el suelo de tierra.



El césped que sacó del jardín, lo trasladó al piso y plantó sobre el suelo, que previamente había rellenado de tierra para que el trasplante funcionara bien.






Así, como yo lo estoy contando, no parece nada del otro mundo, mejor que miréis las fotos, las del interior de la casa consiguen un efecto de lo más curioso.

Además quería mostraros uno de sus últimos proyectos, llamado Jardin temporaire. Como su nombre indica, un jardín temporal que creció durante le 2006 en un solar de París.


El espacio sin construir entre dos muros medianeros, se llenó de recipientes de tierra, en los que se sembraron semillas de un montón de especies vegetales, también se plantaron algunos arboles, ya crecidos en un gran montículo de tierra.



Con ayuda de voluntarios vecinos y niños de un colegio, se cuidó de este jrdín inprovisado hasta que este estuvo completamente cubierto de vegetación.


Pasado un tiempo, se desmontó y quedó como se lo habían encontrado vacío. Pero me da la sensación que mientras duró, todos pudieron participar de este espacio hasta entonces feo, inútil y privado.


No es que en Madrid queden muchos solares como éste, pero sería tan bonito poder hacer algo así en alguno de los supervivientes… se me ocurre uno casi idéntico en la calle Fuencarral, al lado de todas las tiendas de moda, ¡que bien quedaría lleno de verde!.




noviembre 23rd, 2007

Un ecosistema lleno de vida


¡Cómo me hubiera gustado pasar un ratito en la habitación en la que Emily Gobeille y Theodore Watson han plantado su particular Funky Forest!.


Instalación que han creado para el Cinekid Festival, un festival para niños que se celebra en Amsterdan durante el otoño y en el que este año se presentan más de 200 producciones de cine documentales, cortometrajes, animación, series de televisión, workshops y por supuesto instalaciónes tan especiales como la que hoy quiero comentar.


Funky Forest es una vídeo instalación que se proyecta sobre los enormes lienzos que cubren las paredes y suelo de una habitación, y que representa un maravilloso bosque lleno de árboles y animales fantásticos.


Este bosque tiene un ecosistema interactivo donde la gente con su cuerpo puede hacer que nazcan sus propios árboles. Una vez que se les da la vida, hay que aprender a gestionar bien los recursos con los que cuenta el ecosistema, para que crezcan y se mantengan sanos.


Para ello hay que utilizar el agua de un río que se proyecta por el suelo. El visitante debe conducir sus aguas hasta los árboles y regarlos con ellas, virtualmente hablando claro, para que así crezcan y mantengan con vida a las criaturas fantásticas que pueblan este mágico paisaje.


Y es de este modo como esta instalación además de bonita y divertida es muy educativa pues hace que los pequeños experimenten por si mismos la utilidad del agua y la necesidad de conservarla para que la vida continúe.


Mejor ver las fotos y dedicar unos minutos a contemplar los vídeos 1 y 2.

Lo he descubierto a través de Next Nature.

noviembre 21st, 2007

Pistolas que disparan semillas de la paz


Poseída aún por la música y el espíritu «guay» de Devendra después de asistir esta noche a su fantástico (no puedo ser demasiado objetiva) concierto en Madrid, me siento obligada a dedicarle mi post de hoy.


Y nada mejor que hacerlo con un proyecto artístico, inspirado en la paz, el anti militarismo y el flower power. Desde luego de lo más hippy.


La acción Plant the Piece, ha sido llevada a cabo por los artistas Christopher Humes y Noah Scalin, como parte de una exposición itinerante llamada Swords into plowshares, en la que intentan influir para que la gente que la visite se anime a plantar semillas generando un discurso antiviolencia que invita a la comunidad a crear vida y rendir homenaje a los que la han perdido.


Para lo cual, han sacado el molde de una pistola de verdad y han creado con él, multitud de pistolas de arcilla, en las que han insertado semillas de todo tipo, basándose en una técnica antigua, que consiste en compactar las semillas con humus y arcilla. También han creado unas bolas llamadas Seed Balls.


No hace falta plantar estos objetos, con dejarlos sobre la tierra basta, las semillas de su interior absorben la humedad y la conservan durante mucho tiempo, tardan poco en crecer y no se las comen los pájaros.


Y estas piezas son las que exhiben en sus exposiciones itinerantes. Pero también las venden por internet para que cada uno pueda hacerse su pequeño altar por la paz. Las Seed Gun cuestan 75 dólares y las Seed Bombs 12 dólares.


Una forma metafórica y bienintencionada de homenajear la vida y la paz, además de rendir un verde tributo a la muerte.


Lo he visto en Shelterrific, donde sugieren que sería una buen idea mandar un mailing masivo a la Casa Blanca con bombas de este tipo.


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