septiembre 6th, 2007

Lámpara de camping gas con mucha clase


Como digo siempre, «al campo… con comodidades», que no tengo yo edad.

Y algo parecido ha debido pensar la revoltosa diseñadora holandesa Hella Jongerius, nombrada por la revista Wallpaper, Mejor Diseñador de Muebles del 2007, cuando ideó los tres modelos de su lámpara Blizzard Bulb.

Su divertida apariencia parece estár diciendo «al campo sí… pero siempre con estilo» pues combina una moderna bombona de camping gas, con los tres modelos de pantallas de cristal, de diseño más bien clásico.

En realidad, no se trata de lámparas para uso cotidiano, evidentemente no son muy cómodas, sino de piezas de arte, diseñadas por el autor, para la exposición Frozen Fountain celebrada en Amsterdam en el 2002.

Y ¿cual es el mensaje?, pues una llamada de atención sobre situaciones de emergencia propias de países del tercer mundo, pero que cada vez se dan más en nuestro primer mundo. Vaya, ¿de qué me suena esto?.

Y para quien no lo haya captado, explica el artista, que aunque todos asociamos la botella de gas a la vida en el campo, en realidad se utiliza muchísimo en situaciones de emergencia, para cubrir necesidades básicas como calentar o alumbrar.

Así, el objeto aúna, el uso en situaciones de crisis, con la forma, más representativa del mundo del diseño y la decoración.

Y estamos ante otro ejemplo de cómo se puede combinar tradición y vanguardia, esta vez sin pretensiones de usabilidad, sino como pieza artística cargada de mensaje reivindicativo.

He dicho.

septiembre 5th, 2007

Mamarrachadas visuales


He leído en la revista Diseño Interior un artículo en la sección de tendencias que me ha hecho mucha gracia y que, a pesar de no tener, por ahora, casi ninguna imagen que mostrar, no quería dejar de comentar.
Yo he dicho muchas veces que hay perros que se parecen alarmantemente a sus dueños y viceversa, pero lo que no había visto hasta ahora es que un mueble se pareciera a una persona.

Y esto me ha pasado por la cabeza al observar una foto de un aparador junto a su dueño, no he podido por menos que sorprenderme al ver que el mueble era el vivo retrato del hombre.

Luego lo he comprendido al leer el artículo. El mueble del que estoy hablando es una cómoda cuidadosamente diseñada (no he encontrado ninguna web) para la película española «Un buen día lo tiene cualquiera» dirigida por Santiago Lorenzo.

La película trata de un no tan joven Arturo que para pagar poco por una vivienda decide compartir casa con Onofre, anciano de indefensa apariencia, bajo la que se esconde un auténtico tirano, que le acoge por 40 euros, en su casa.


El mundo que rodea a los personajes ha sido recreado y adornado con mucho surrealismo y humor por el propio director y García Navas, fundadores del taller madrileño Lana S.A. dedicado al diseño y fabricación de decorados maquetas y escenografías.

Y tienen tanto protagonismo dentro de la película estos objetos con sus mensajes cifrados, que hasta tienen nombre Lanasadas: «mamarrachadas visuales para tomar de un trago» (no he encontrado fotos por nigún lado, qué pena).

Una pequeña descripción mientras puedo encontrar más fotos ilustrativas.

Una mirilla binocular, una copa en la que se bebe por la base, la cómoda con cara de la que ya he hablado, una camiseta de super heroe fabricada con una bolsa de plástico de Simago, un paragüero horizontal o una mecedora que se mueve lateralmente son algunas de las joyitas que se pueden encontrar en esta comedia, si nos fijamos un poco.

Yo aún no he visto la peli, pero voy a disfrutar seguro con este ejercicio de búsqueda, que me recuerda al pasatiempo «localice las 7 diferencias». Espero que eso no me despiste con el argumento porque hay veces que no se pueden hacer dos cosas a la vez.

agosto 31st, 2007

Bañeras que son butacas y barcos que son bañeras


Otro buen ejemplo de como se puede reutilizar un producto inservibles para convertirlo en otro conservando parte de su identidad.

El estudio israelí Reddish, ha conseguido convertir una de esas antiguas bañeras metálicas que ya no se usan, en una curiosa butaca blanca que aún conserva el sumidero y el rebosadero, creo que se llama así propio de las bañeras.


Para dar la forma apropiada han cortado la bañera en dos según un troquel, una de las partes se ha desechado y simplemente doblando y remachando los bordes de la otra para conseguir los brazos del sillón, lo han conseguido.

La butaca se llama Bath & Beyond y lo he visto en Style Files donde también me he topado con otro caso de reutilización o más bien de cambio de utilidad.


Esta vez Wieki Somers ha elegido un pequeño barquito de madera para crear con él una bañera-barco llamada Bathboat donde dejarnos llevar a la deriva y llegar a lejanos lugares, con la imaginación, claro y sin salir del cuarto de baño.

La barca ha sido revestida en su interior con resina epoxy para que no se pierda ni una gota de agua.

Si yo tuviera tanta imaginación, la de cosas que podría reutilizar, mi barrio se llena una vez al mes de objetos desechados, inservibles para los dueños, pero que si cayeran en las manos adecuadas podrían convertirse en maravillas.

agosto 30th, 2007

Colador bordado


El fenómeno «hágalo usted mismo» lo impregna todo últimamente, vídeos publicitarios caseros, customización de la ropa, concursos públicos de logotipos para olimpiadas, campañas de marketing viral hechos por aficionados, composición de música con un ordenador casero…

Esto ya no hay quién lo pare, me veo esperando para aprobación de campañas a que mis clientes hagan una consulta sms a los propios usuarios, sobre si mi trabajo está bien o mal hecho. Así no se van a equivocar nunca, tampoco van a innovar nada. Además yo acabaría exigiendo que los briefing fueran dados también con sufragio universal.

Bueno, eso si no me despiden, porque mi trabajo se lo han dado a un amateur que lo hace gratis y a gusto de todos.


Entonces, a mí no me quedaría mas remedio que hacerme amateur de otras cosas, y ¿qué podría ser? pues… principiante de abogado, aficionado a la ingeniería genética, entendido en pilotaje de aviones y un sin fin de cosas más que ahora no se me ocurren pero que seguro que con un poquito de interés se me iban a dar fenomenal.

Bien pensado, a lo mejor me iba mejor que ahora, por lo menos mi espectro de posibles dedicaciones se ampliaría exponencialmente.

Ya me va pareciendo mejor idea lo de las consultitas SMS.


Bueno, después de estos profundos pensamientos voy a lo mío, que aunque parezca que no, algo tiene que ver con lo dicho anteriormente.

A través de Trucdesign ha llegado a mi conocimiento que un tal Guillaume Delvigne ha creado un recipiente en cerámica blánca llamado Panier Percé, cuya particularidad consiste en que su superficie esta llena de perforaciones que simulan la urdimbre de un tejido en el que cada propietario puede bordar su motivo favorito.

Desde luego, los resultados que aparecen en su página son bastante bonitos y con aire retro muy entrañable. El problema, en este caso bastante evidente, es que se cierra mucho el posible comprador del objeto. Sólo lo comprarán los que se sientan cómodos con la aguja.

Además por lo que me han comentado, aunque no he podido corroborarlo, el precio es algo así como 120 euros, bastante caro para un objeto que en el que no puedes echar líquidos y que si no tejes se parece a una especie de colador blanco nada estético.

Espero que venga con instrucciones, hilos agujas y plantillas con los motivos.

Yo casi mejor no me lo compro.

agosto 26th, 2007

Lámparas de ganchillo


Louise Hederström ha creado una colección de lámparas a base de planchas troqueladas de acero. Para el troquel ha tomando como patrón los dibujos de antiguas tiras de ganchillos simplificadas con lo que ha conseguido un efecto moderno pero con aire clásico.

Y otra vez hablo de versionar y actualizar modelos antiguos, porque es inevitable en el diseño contemporáneo. Además no se por qué los bordados, puntillas, brocados y variantes del mundo textil, son uno de los temas más recurrentes, un día haré un post recopilando los diseños de este tipo que me voy encontrando, que son muchos.


La colección está formada por dos modelos y dentro de cada uno, distintos tipos según su uso.

Gladys es el modelo más caro y puede encontrarse en distintas versiones: de techo, grande y pequeño, de mesa, de pie, de pared y el acabado blanco o acero. Vamos, que cubre todas las necesidades.


El segundo modelo, Grace, debe ser más barato porque está fabricado en plástico transparente con el motivo (distinto del Gladys) impreso en blanco. Se puede encontrar en las mismas versiones que el anterior.

Una encantadora colección de lámparas, delicadas y modernas.

La he visto en Charles and Marie.

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