mayo 7th, 2008

Borrando hasta llegar al bosque


Mientras un túnel de Londres ha sido pintado de cabo a rabo por cientos de artistas urbanos, que se han juntado en el más grande festival de stencil que hasta estas fechas se ha organizado en el mundo, otro artista inglés, Paul «Moose» Curtis, se ha ido a Estados Unidos y limpia que te limpia ha convertido un túnel de San Francisco en un bosque urbano utilizando la técnica del «reverse graffiti» que le ha hecho famoso.


Como ya conté, esta técnica consiste en limpiar, con chorro de agua a presión, o con un simple paño, años y años de polución y suciedad en los muros. No quiero entrar aquí en si este tipo de graffiti es mas o menos legal y ético que los realizados con spray y pintura, prefiero quedarme con los resultados estéticos.


El limpio mural, representa un bosque de sombras, que me recuerda antiguos dibujos japoneses, pero en negativo. No es que el trabajo sea una maravilla pero tiene un encanto gris y algo triste que capta mi atención. La caducidad de la obra, según su autor, es de algo menos de un año.


Lo que está claro es que los túneles se han puesto de moda, tanto entre los que les gusta pintar como entre los que prefieren borrar, aquí en Madrid los más interesantes aún son muy nuevos pero dejemos pasar unos pocos años del intenso tráfico que nos caracteriza y serán un lugar mítico para los reverse-graffiteros de todo el mundo.


Las fotos las he sacado del albun de Dennis en flickr, llamado reverse graffiti on the broadway tunnel approach.



mayo 6th, 2008

Rastros que quedan tras el derribo


No puedo evitar quedarme mirando extasiada cómo quedan las paredes medianera cuando es derribado un edificio adosado a otro.


A veces se encuentran pequeñas pistas de la pasada vida en esas casas, cuadros aún pegados a las paredes, el papel pintado o el color de las paredes, todo nos está contando historias, muchas de ellas tristes, otras precipitadas, como si los moradores hubieran salido repentinamente, olvidando recoger hasta la ropa que aún se puede ver colgada de las perchas.


El libro Construction Site: Metamorphoses in the City recopila, entre otras cosas, fotos de paredes medianeras, limpias y casi sin rastros de vidas pasadas pero que aún así componen imágenes de bella destrucción. Y son tan difíciles de encontrar ejemplos tan perfectos como esos…


Lo he visto en A Daisy Dose of Arquitecture. Las fotos pertenecen a la serie Restarchitektur de Marcus Buck.


En Urban Idade se pueden encontrar algunos ejemplos de derribos en Madrid, no tan estéticos como estos de los que estoy hablando hoy, pero igualmente interesantes.


También quiero dejar el link que me han enviado desde Escrito en la pared sobre un grupo de flickr The Unconscious Art of Demolition, con montones de fotos de derribos y medianerías que recomiendo echéis un ojo. Las fotos son de gran belleza y en algunas de estas paredes me he reencontrado con trabajos de Sam3 y Jorge Rodríguez, que forman una combinación perfecta, para mi gusto.


abril 16th, 2008

Construcciones transparentes


Esta foto, que me ha asaltado desde la página de Today and Tomorrow me ha hecho recordar lo mucho que me gustó la obra del coreano Do-Ho Suh, artista que conocí en el Musac de León hace un par de años.


Pasear por el pasillo de su apartamento de Nueva York, meticulosamente construido con seda transparente y observar los pequeños detalles que el artista fue cosiendo en su interior me hizo sentir casi inmersa en una ensoñación…


Os dejo con las imágenes, porque tampoco tengo mucho que decir, simplemente que me siento ligera, casi flotando cuando las miro, lo que ya es algo, teniendo en cuenta lo densa que me pongo a veces.


Podéis encontrar mucha más información en la página de la galería Lehmann Maupin, de donde he sacado las fotos, en Designboom y en la del Musac.











abril 7th, 2008

Ruinas contemporáneas en el museo

Otro artista que expone obra destruida en espacios creados para el arte. Se llama Felix Schramm y es alemán, no parece que tenga web.

Su trabajo consiste en introducir dentro de impolutas y blancas salas, auténticos paraísos expositivos donde todo está controlado y vigilado, el caos la destrucción la precariedad y la desolación que el artista encuentra en el mundo real.

Porciones de edificios rotos con restos de sus antiguos usos parecen querer escapar de un espacio perfecto que les constriñe, adoptando para ello las más inquietantes posiciones de desequilibrio, de inmediata ruina y de peligro.

Sus piezas son como collages cubistas en tres dimensiones, donde el blanco sucio, los grises, naranjas y azules, han sido aplicados a planos irregulares, construidos con materiales de baja calidad, llenos de grietas, roturas e irregularidades, que penetran y dañan el espacio arquitectónico frío lujosos y perfecto de la galería.

Y aunque todo parezca surgir de la espontaneidad, en realidad es fruto de grandes deliberaciones, formulas matemáticas y maquetas, que quedan documentadas en cada una de sus exhibiciones, eso resulta chocante pues bajo su aparente casualidad todo está perfectamente controlado.

Ante este trabajo es inevitable pensar en la precariedad de la vivienda, la violencia destructiva de la naturaleza (terremotos, huracanes), y la ruina como expresión artística.

Lo que más me gusta es la sensación de peligro y fragilidad que transmite y también la importancia que el color y la pintura tienen es su arqui-escultura. Lo que menos el regusto final de que todo es pura ficción, con lo que pierde parte de su sentido reivindicativo.

Otro día comentaré la obra de Lisa Sigal con la que Schramm tiene bastantes similitudes. En ambos se proyecta la sombra de Gordon Matta-Clark, revisada y actualizada, ¿o simplemente copiada? por enésima vez.

Lo he conocido por James Wagner y las fotos las he tomado prestadas de la galería Andreas Grimm.

marzo 30th, 2008

El clásico graffiti


Hay un antiguo proyecto de arte urbano que me ha gustado y me apetecía contar. New York Beautification Project, que así se llamó, fue la obra de la pintora Ellen Harvey y se desarrolló de 1999 a 2001 en las calles de esta ciudad.


Esta pintora, de formación clásica y con perfecto dominio de la técnica miniaturista, dejó pequeñas pinturas de estilo anticuado, en sitios tradicionalmente utilizados por graffiteros.


Sus pinturillas al óleo, de formato ovalado, representaban paisajes, mas propios del Romanticismo de finales del XVIII y principios del XIX y fueron pintados ilegalmente por la artista, a plena luz del día, en los más extraños lugares de la ciudad. Cabinas de teléfono, , vigas, contenedores, mobiliario urbano, muros llenos de dibujos de graffiteros… fueron los improvisados lienzos, que utilizó para plasmar su arte.


Por su pequeño tamaño, 5 x 7 pulgadas, eran muy difíciles de localizar en el entorno urbano, por lo que la artista documentó todas las ubicaciones, en un completo mapa.


Lo que pretendió Ellen con esta obra, fue plantear interrogantes sobre por qué el arte público es permitido e incluso bien visto y el graffiti resulta agresivo para casi todos.


Utilizó los códigos y reglas del arte urbano pero para crear obras de estética tradicional que todos asocian al arte de los museos. Además de esto, también quería comprobar cómo reacciona la gente ante un trabajo ilegal, pero hecho a plena luz del día.



Quedó muy sorprendida cuando vio cómo todos la animaba en su trabajo, cómo querían contratarla para que pintara a sus hijos y de qué manera se contrariaban porque sus obras desaparecerían en un futuro próximo.


Habían decidido, definitivamente, que lo que ella hacía era arte, simplemente por la familiaridad que todos tienen con este tipo de pinturas al oleo. Todo lo contrario a lo que pasa con la obra de los graffiteros, en la mayoría de los casos, hermética e indescifrable para ellos.


Todas las experiencias durante este trabajo las ha recogido en un libro llamado New York Beautification Project, en él cuenta, con sentido del humor, no solo los propósitos de su trabajo, sino también las reacciones de la gente cuando la veían pintar en la calle.


Yo, independientemente de todas esas explicaciones que da la autora y que como casi siempre me sobran, me quedo con la generosidad y el buen hacer de una artista que dejó trabajos minuciosos y laboriosos, para que los disfrutasen, los pocos afortunados que repararon en ellos.


Otra cosa, si viera su obra en una galería de arte, no le prestaría ninguna atención.


Lo he visto en Wrongdistance.
















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