Tecnología que humaniza la vida, un temazo que me apasiona…
En manos de Lauren Bowker cobra sentido y color. Esta artista, alquimista y casi maga, empezó en el mundo textil y de la moda, pero debido a una enfermedad que la mantuvo tiempo en el hospital, decidió estudiar química y poder crear productos que hablaran por sí mismos del estado físico de los que los usa, cambiando de apariencia para dar alertas ante cambios corporales.
Con sus conocimientos químicos y sus habilidades creativas, está diseñando ropa y objetos que mutan en función del entorno. Uno de ellos, por ejemplo, es un tejido cuyos colores cambian de acuerdo con la presión del entorno. Los compuesto que utiliza, fueron pensado originalmente para rastrear la aerodinámica midiendo la fricción en la superficie de los autos en tiempo real, ahora, en sus manos, se convierte en algo mágico.
Para desarrollar y comercializar esta tecnología, creó The Unseen un laboratorio de innovación de materiales, consultoría y estudio de diseño de desarrolla productos que aúnan el mejor diseño, ciencia y tecnología.
Según cuenta ella misma, su intención es cambiar la manera en que el mundo usa el color, dándole voz, para así mejorar la vida. Color como visualizador de datos…. casi nada!!!!!
Copio: «Creemos que la tecnología debe ser » mágica «: debe interactuar naturalmente con los humanos y el medio ambiente de maneras no invasiba, debe romper las reglas, debe desafiar las percepciones.
Nuestras tintas reaccionan a factores desencadenantes como el calor, la contaminación, la humedad, la fricción, la electricidad, los productos químicos o la presión, y los cambios pueden ser sutiles o sustanciales, reversibles o irreversibles, los colores únicos o múltiples, rápidos o lentos. Sus aplicaciones son casi infinitas».
Esta mujer nunca ha perdido de vista la moda, muy al contrario, mientras estudiaba química, diseñó una chaqueta teñida con tinta que cambiaba de color, de amarillo a negro, según los niveles de contaminación. Ahora usa estos químicos mezclados con tecnología digital para conseguir que su ropa reacciones ante el estado físico y psicológico de sus usuarios.
Por este camino, ha creado un casco con incrustaciones de más de 4.000 «gemas camaleónicas» que puede mostrar diferentes patrones de color de acuerdo con la temperatura de la cabeza del usuario. Otros proyectos usan tejidos que cambian de color con la actividad eléctrica del cerebro de acuerdo a las emociones», Si se está triste, mostrará el color azul y rojo, si estás contento será blanco».
Su última creación se llama Fire y es un tinte que cambia de color dependiendo de tu temperatura, pasando de negro a rojo, de negro a blanco, de plata a azul, de azul a blanco y de negro a amarillo. Las variaciones dependen, no sólo de la temperatura exterior, sino también de la temperatura corporal, incluso se verá afectado cuando te sonrojas… vaya!!!!!!!, hasta yo probaría esto.
Además, una línea de complementos de piel y productos para la casa, que muta de color, no sé bien respondiendo a qué condiciones, pero siempre será divertido tratar de adivinar de qué color será tu monedero cuando lo saques del bolso para pagar el pan.
Me gustan sobre todos sus prendas de vestir, esa especie de caparazones que me recuerdan a los de un insectos o al plumaje de exóticos pájaros, una maravilla.
Otros productos no me apasionan, pero es más que interesante que se mimeticen con los usuarios y les representen, aunque prefiero que nadie adivine por el color de mi chaqueta, de qué humor me he levantado.
Ojalá esta fórmula no se popularice demasiado, ya tengo bastante con todos los artilujos de luz que cambian de color y no sé si podría resistir mas colorichis cambiando a mi alrededor.
No recuerdo de dónde saqué la información.