La diseñadora Karen Ryan se mueve como pez en el agua en el universo del reciclage y la basura, pero no elige cualquiera, ya que su interés se centra casi exclusivamente en las sillas, que mezcla y superpone hasta conseguir locas piezas, la mayoría poco indicadas para ser usadas, acercándose más a un trabajo escultórico, que a objetos ergonómicos para permanecer tiempo en ellos.
De hecho su último trabajo, Body, es una intervención artística, llevada a cabo con restos de sillas antiguas, unidas con bridas y dejadas en espacios abandonados y decadentes de la cuidad de Portsmouth.
Os dejo el catálogo fotográfico de las sillas reinterprestadas de esa mujer, que ha llevado a cabo con gran imaginación y mínimos recursos. Algunas tengo que reconocer que me parecen fantásticamente divertidas, aunque comodas, comodas… no deben ser…
Lo he conocído aquí y las fotos las he sacado del Flickr de la autora.