enero 3rd, 2008

Pero ¡qué modernas son estas oficinas!

Cada vez oímos hablar más de esas oficinas maravillosas que construyen algunas empresas «guays» a las que el dinero les sobra y que tratan de facilitar el trabajo a todos los que habitan en ella.


Son casi auténticas ciudades, habitadas por miles de trabajadores que pasan la mayor parte de su tiempo allí, más que con su familia o en sus propias casas.


Esas oficinas-ciudades tienen de todo, restaurantes temáticos, zonas comerciales, gimnasios, centros de peluquería y estética, guarderías, áreas de esparcimiento, no suele falta un lago con barcas y grandes zonas verdes, y se me olvidada, una masajista a disposición.


Yo me pregunto si… eso es porque de verdad aprecian al trabajador en lo que vale… o porque lo quieren tener en una jaula de diseño, de la que no quiera escapar, que pase la mayor parte de su tiempo allí, hablando de trabajo, conviviendo con otros compañeros y gastando su tiempo libre en el mismo espacio, cuando no su dinero.


Pero bueno, yo sólo he venido aquí a hablar de las oficinas centrales que Google tiene en California. Este megacentro de trabajo tiene el nombre de Googleplex y según nos cuentan en Wikipedia allí se trata muy bien a los empleados. «Brinda una infraestructura enorme para que disfruten de un espacio muy amplio, patios enormes, permite el acceso de perros a las oficinas y el estacionamiento de bicicletas en los pasillos, posee futbolines, mesas de ping-pong, mesas de billar y pistas de vóley y, como servicios adicionales, guardería, lavandería, sala de masajes y un gran restaurante con varios cheffs y menús variados, todo completamente gratuito».


Es divertido leer lo que cuenta Ojobuscador de su visita a las instalaciones. A él le convenció esa filosofía de trabajo. Yo me quedo además con algo que dice «Necesidades básicas cubiertas al 100% y de forma inmejorable, solo marchas para ir a dormir. ¡Seguro que más de uno echa en falta habitaciones!».


Pero a lo que vamos, el diseño interior de estas instalaciones ha sido encargado al estudio , los cuales han acondicionado el espacio, conservando la apariencia de una nave diáfana de gran altura que ha sido compartimentadas parcialmente en su interior para crear las áreas de trabajo y esparcimiento.


En general la estética es muy industrial, muy high tech, los techo sin revestir, todos los conductos a la vista, escaleras y áreas de trabajo similares a casetas de construcción. Además cuenta con grandes ventanales por los que entra a raudales la luz y ofrece vistas a cuidados jardines.


Cada planta del edificio se divide en cinco o seis zonas separadas pero que comparten espacios públicos. Hay cocinas llenas de bocadillos, salones con mesas de billar y confortables asientos, y bibliotecas con montones de libros apilados. En el centro del atrio, con vistas a la escalera, están las más grandes y lujosas salas de reuniones, otras más pequeñas y acolchada están por todas partes y son fácilmente desmontables y transportables.


Los muebles de las zonas comunes parece que están dejados provisionalmente en cualquier sitio, las salas de reunión pueden ser tomadas al asalto por todo el que lo necesite así como las zonas de descanso. Incluso bicicletas y los perros tiene derecho a estar donde quieran.


Materiales típicos de la oficina clásica, conviven sin complejo con suelos de césped artificial, plásticos acolchados, y maderas nobles. Colores vivos se mezclan con el metal, la madera y el blanco.


Todo tiene cabida aquí, siempre y cuando vaya con la forma de trabajo informal y sin aparentes reglas impuestas por sus dueños.


El espacio de trabajo tiene buena pinta y parece muy apropiado para desarrollar disciplinas creativas, pero como en casi todas las cosas, no es oro todo lo que reluce, si no, que se lo pregunten a los Xooggles (ex trabajadores de Googgle) que acusan entre otras cosas a la empresa, de jornadas maratonianas y de no poder salir de allí ni los fines de semana.


Y si algo de verdad hay en esto que cuentan, la cosa ya no me parece tan interesante. La conciliación del trabajo con la vida familiar cobraría otra dimensión y se traduciría en que los niños pueden estar más tiempo con los padres en la medida que se incorporen también al entorno laboral.


Pero ¿no se estaba tendiendo al teletrabajo?… Es muy deseable que el marco donde se trabaja sea agradable, con buena luz, cómodo, con zonas para relajarse, amplio… pero esto no puede sustituir en ningún caso al propio hogar, ni quitar tiempo de ocio porque una cosa es el trabajo y otra la vida personal, y hay que tener tiempo para ambas.


Las primeras fotos son de los arquitectos, más cuidadas y estéticas; las ultimas, de la revista Time, en ellas ya no se aprecia tanto el diseño y la estética sino el ritmo trepidante de trabajo y cierto desorden que personalmente me molesta.

Lo he visto en la revista Time.

diciembre 18th, 2007

Un columpio de luz


Me parece precioso el columpio con luz que ha creado la empresa BCXSY.

Se llama Swing Lamp, y sirve según sus creadores para no sentirse sólo en la oscuridad.


Es muy sencillo, una simple caja de luz, unas cuerdas y un sistema de iluminación por LED que funciona con un mecanismo autónomo que no precisa de una fuente de luz, es decir, que se puede instalar en cualquier lugar.


Si tuviera un jardín sería algo que querría, me sentaría en él para ver cómo se pone el sol, escuchando música y cuando se hiciera de noche lo encendería, para que su estela me iluminara en la oscuridad. Así yo misma me convertiría en una aparición.


Espero que no gaste demasiada energía y que además no sea muy caro, ¿es mucho pedir?.

Lo he visto en Swissmiss.

diciembre 13th, 2007

Estar como en una nube con Tokujin Yoshioka


Quería mostrar la obra de este japonés, Tokujin Yoshioka, al que admiro desde hace tiempo y que gracias a Designboom se ha vuelto a la cabeza.


Y es que ha sido nombrado diseñador del año en la Design Miami 2007, entre otras cosas, porque le reconocen como maestro de la innovación técnica, el desarrollo de métodos de producción imaginativos completamente único. Destacan de su obra el maridaje (cómo se lleva esa palabra) de la artesanía tradicional con una tecnología de vanguardia, este conocimiento le ha servido para transformar mundanos materiales como vidrio, plásticos, telas, papel en mágicos objetos y espacios.


Poca cosa más hay que decir sobre sus trabajos que barcan variadas disciplinas, que encima domina a la perfección, escaparatismos, interiorismo, decoración de espacios expositivos, diseño industrial y packagin.


Desde luego si algún cliente me contratara para que decorara su espacio y con un toque moderno, elegante exquisito y etéreo, no dudaría un minuto en llamarlo. Siempre y cuando hubiera un buen presupuesto claro.


Este hombre, que tiene mi edad por cierto, ya ha trabajado con grandes clientes como Hermes, el Salón del Mueble de Milan, Issey Miyake, Swarovski, Toyota, Peugeot, BMW, Shiseido, Muji, y más empresas sobre todo japonesas.


Sus trabajos son de gran delicadeza, juega con las sombras y las luces, en muchas de ellas dominan los tonos blancos, y rellena los espacios con elementos que en muchos casos parecen flotas. Domina la fibra el cristal y los materiales más modernos que maneja a su antojo para crear espacios en algunos casos casi oníricos.


Y ya no digo más, mejor ver, permitir que se nos abra la boca y dejarlo en una parte de nuestro cerebro para que cuando nos digan que algo es moderno tengamos con qué comparar.


Seguro que casi todo lo que comparemos sale mal parado.






diciembre 7th, 2007

Plantas para purificar el aire


Me ha llegado a través de la página del Moma de Nueva York información de un utensilio extraño llamado Bell Air que se supone purifica el aire.

Será presentado el próximo febrero en Design and the Elastic Mind, exposición que se centra en la capacidad de los diseñadores para captar los cambios en la tecnología, la ciencia, y costumbres sociales y ponerlos en mano de los consumidores, además de reflexionar sobre el futuras responsabilidades del diseño.


Pues en ese marco se dará a conocer lo que ahora es el prototipo de un purificador de aire natural. Ha sido inventado por el diseñador Mathieu Lehanneur y se venderá en exclusiva en Le Laboratoire, cuando se comercialice a principios del 2008.

Y ¿qué tiene de especial este gadget tecnológico tan sofisticado? pues que está basado en investigaciones de la NASA para purificar el aire en el espacio.

Bel Air es un mini invernadero móvil que inhala aire contaminado del interior de los hogares, que pasa por el filtros de las plantas que se encuentran en su interior y después de un baño húmedo y purificador es expulsado.


En resumidas cuentas, se trata de una capsula que aloja una planta en su interior, que es la que se encarga de purificar el aire que pasa por ella.

Tengo mis dudas de que verdaderamente funcione. Además me da un poco de mal rollo ver como la planta crece dentro de un plástico mientras un ventilador mueve el aire a su alrededor, es como si se convirtiera en un objeto valioso dentro de una ultramoderna vitrina. Ni idea si hay que regarla podarla y darla nutrientes. Pobre.


Prefiero, antes de este aparato, que parece destinado a conservar alguna especie vegetal a punto de extinguirse, el jarrón-maceta Multiculti de Bas van der Veer, un divertido y decorativo recipiente, con varios compartimentos adosados donde sembrar distintas especies vegetales.

Purificar no se si purifica tanto como el Bell Air pero estéticamente resulta más gratificante mirarlo, variedad de plantas conviviendo juntas sin capsulas protectoras y sin aparatos eléctricos adosados.

Donde va a parar.

noviembre 23rd, 2007

Un ecosistema lleno de vida


¡Cómo me hubiera gustado pasar un ratito en la habitación en la que Emily Gobeille y Theodore Watson han plantado su particular Funky Forest!.


Instalación que han creado para el Cinekid Festival, un festival para niños que se celebra en Amsterdan durante el otoño y en el que este año se presentan más de 200 producciones de cine documentales, cortometrajes, animación, series de televisión, workshops y por supuesto instalaciónes tan especiales como la que hoy quiero comentar.


Funky Forest es una vídeo instalación que se proyecta sobre los enormes lienzos que cubren las paredes y suelo de una habitación, y que representa un maravilloso bosque lleno de árboles y animales fantásticos.


Este bosque tiene un ecosistema interactivo donde la gente con su cuerpo puede hacer que nazcan sus propios árboles. Una vez que se les da la vida, hay que aprender a gestionar bien los recursos con los que cuenta el ecosistema, para que crezcan y se mantengan sanos.


Para ello hay que utilizar el agua de un río que se proyecta por el suelo. El visitante debe conducir sus aguas hasta los árboles y regarlos con ellas, virtualmente hablando claro, para que así crezcan y mantengan con vida a las criaturas fantásticas que pueblan este mágico paisaje.


Y es de este modo como esta instalación además de bonita y divertida es muy educativa pues hace que los pequeños experimenten por si mismos la utilidad del agua y la necesidad de conservarla para que la vida continúe.


Mejor ver las fotos y dedicar unos minutos a contemplar los vídeos 1 y 2.

Lo he descubierto a través de Next Nature.

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