octubre 9th, 2008

Intervenciones con sentido


No se si lo había dicho, creo que no, así que lo digo ahora, estoy asistiendo al Taller de acción urbana de La Casa Encendida impartido por Michael Moradiellos, arquitecto de Ecosistema Urbano y Pablo Sainz, arquitecto del estudio AMPS y profesor de proyectos en la Universidad Alfonso Décimo.


Muy interesante, tengo la esperanza de aprender definitivamente a mover un proyecto dentro de las instituciones, la madre del cordero de toda intervención urbana que no se pueda hacer con el dinero y los medios de uno mismo.


Así que estaba yo intentando pensar quienes son mis interventores urbanos favoritos y me han venido a la cabeza inmediatamente dos, uno que realiza la mayoría de sus acciones artísticas, desde la perspectiva del subvertising y otro, un grupo, que enfoca su maquiavélico arte, a temas más sociales.


En ambos casos son acciones con un claro sentido reivindicativo y están centradas en evidenciar problemas, vamos, que pretenden ser útiles a la sociedad.


Del primero Helmut Smith he hablado varias veces en este blog, es que me encanta lo que hace en general, y en particular su manera de apoderarse de una gran valla publicitaria para enseñarnos lo que es un cielo verdaderamente azul, me parece una acción grandiosa.


También lo es, a plena luz del día, vestido de trabajador municipal, plantar hermosos y grandes árboles, delante de los antiestéticos soportes publicitarios, de manera que quitan la visión de lo que se esta anunciando. Lo cual, para mí, es una acción admirable, ya que tengo más que prejuicios, por lo que considero un uso abusivo de los espacios públicos, por parte de las marcas, consentido, claro está, por las autoridades.


El segundo ejemplo de intervención urbana que me gusta, esta vez con un trasfondo social, lo están realizando en Brasil una gente que se llama Bijari Group de los que no he hablado nunca, pero que tengo en mente desde que los conocí, hace tiempo, gracias a la entrevista que hizo


, se dedican, entre otras cosas, a reflexionar sobre el arte, la arquitectura y el urbanismo con respecto a la ciudad, haciéndolo desde un punto de vista muy crítico con la situación que se vive en grandes metrópolis como Sao Paulo.


Yo me limitaré a dejar algunos ejemplos de sus acciones, muy simples en su mayoría, pero no por ello menos efectivas, para que os hagáis una idea del tipo de trabajos intervencionistas que están realizando y os remito a la entrevista para más información.


Una de las mas reciente se llama Urban Nature 1, que consiste en utilizar una valla publicitaria (otra vez) de Curibita, pero en este caso para plantan un rudimentario jardín vertical en ella.


La Urban Nature 2 intervino varios contenedores de basura donde se plantaron árboles y la superficie fue decorada por artistas. Convertidos ya en gigantes maceteros, se situaros en el exterior Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo.


En la Urban Nature 3 un coche fue llenado de plantas y supongo, paseado por la ciudad para alegrar zonas con escasa materia verde.


Dentro del evento Accion Zone, el grupo intervino un barrio, Largo da Batata, a punto de gentrificarse y bajo el lema «están vendiendo nuestro espacio aéreo» crearon material de merchandising e hicieron performances para concienciar a la gente de la realidad del barrio y en lo que se iba a convertir.


En Concrete Problems Poetry, instalaron una especie de escaparate multimedia donde a través de fotos, grabaciones sonoras, escritos y vídeos, los vecinos se hacía eco, de la problemática de la zona.


Coincidiendo con la Sao Paulo Fashion Week intervinieron la zona aledaña al lugar de celebración, con ropa a gran escala, colgada de un tendal y en las prendas escribieron «Fashion Vive».


En Transverse Reality, Swimming Pool, la acción se limitó a colocar una piscina portátil cerca de una área de juego infantil y ver como era utilizada por los niños.


Y por último, mi acción favorita, por su simpleza, Antipop, the Chicken, en la que soltaron una gallina en dos barrio dispares de Sao Paulo y la siguieron con una cámara. En el barrio pobre, la gente, pasada la primera sorpresa, miraba la gallina con deseo y la veía servida como alimento en su mesa, incluso llegaron a perseguirla para darle caza, en el barrio más rico, por el contrario, la gente miraba asustada y desconfiada al animal, pensando en él como un posible peligro.


Hay muchos más ejemplos, el grupo es muy prolífico, pero es que contarlos no es lo mismo que verlos aunque sea en fotos, así que recomiendo entrar en su página y disfrutar con su creatividad desbordante, dirigida a evidenciar problemas sociales y materializada con herramientas precarias y grandes dosis de sentido del humor.

octubre 8th, 2008

Flores de luz para los campos de Cornwall


La iluminación exterior me apasiona y si pienso en una acción singular para intervenir el espacio tanto urbano como natural, siempre me viene a la cabeza la posibilidad de hacerlo con luces y por supuesto con sus correspondientes sombras. Este tipo de acciones son de alto impacto visual, además de ser efímeras y muy reversibles, es decir perfectas para la ciudad.


Y tampoco no tienen por que ser muy costosas ni consumir demasiada energía, para eso contamos en las calle con suficientes elementos de los cuales parasitar la energía, sin olvidar por ejemplo la posibilidad de ayudarnos con paneles solares o cualquier tipo de energía renovable o de luminarias de bajo consumo.


Alguna de estas cosas debería ser tenidas en cuenta por los ayuntamientos a la hora de planificar sus concursitos de luces navideñas, ¿no estaría bien que en los pliegos de condiciones se hablara de un consumo máximo y que se primara el uso de energías baratas y de dispositivos de bajo consumo????. Claro, pero es que para hacer algo así hay que saber y creo que los que nos deleitan con sus creaciones navideñas no están muy al tanto de este tipo de asuntos.


Pero bueno, a lo que vamos, hoy dejo por aquí la instalación de un artista de la luz, del que, ya puesta a criticar, no es que me apasione precisamente su trabajo, pero que en este caso ha conseguido una pieza vistosa y evocadora que se integra buen en la naturaleza consiguiendo realzarla sin llegar a anularla.


Se llama Bruce Munro y ha creado la instalación Field of Light como aportación artística al Eden Project una especie de invernadero gigante, también de plástico, aunque este no flota como el de ayer, que fu sido construido en Cornwall, Inglaterra como una especie de parque temático de la naturaleza.


La instalación está compuesto por 6.000 tubos que contiene fibra óptica y que terminan en una pequeña bolita con un led de bajo consumo. Según el artista cuenta, se ha inspirado para su construcción en las flores que aparecen en el desierto después de una tormenta…


No se si esta instalación consume mucha energía, pero hubiera sido interesante que puesto que se ha instalado en el campo, hubiera sido alimentado por energía solar, eólica, o yo que se. En el comunicado del autor no dice nada sobre el asunto.


En todo caso es una pieza vistosa, bien integrada en su entorno y con vocación poética, aunque… menudo día tengo hoy, se me parece a algunas otras cosas que ya he dejado por aquí, como la maravillosa Vegetación luminosa de Studio Roosegaarde, o The Third Bridge del artista Osman Akan o mi favorito sobre todas las cosas el Wind to Light de Jason Bruges.


El trabajo de Bruce lo he visto aquí de donde también he sacado las fotos. He añadido alguna imagen de otro proyecto del autor llamado Waves.



octubre 7th, 2008

Ciudades que se mueven por el aire


Tomas Saraceno es un arquitecto soñador que piensa que en el futuro habrá ciudades que floten en el espacio y en las cuales los habitantes podrán vivir y viajar por el aire, de un lugar a otro, el las llama «Ciudad Aeropuerto».

También construyó un Museo Aerosolar del que ya hablé en otra ocasión.

Yo espero que esto de las ciudades flotantes no suceda y menos en una especie de larvas de plástico transparente como nos propone el artista, a mí me gusta estar con los pies bien puestecitos en la tierra y saber, cuando me levanto por la mañana, dónde estoy y cuanto tiempo voy a tardar en ir al trabajo.

Pero bueno lo he traído al ático, más como proyecto artístico, que como una realidad alcanzable, aunque según he leído está en conversaciones con la NASA para ver como pueden colaborar en su construcción.

Me gusta el efecto que producen esas cápsulas transparentes flotando por el aire, y también cuando se instalan dentro de parajes naturales, aunque está claro que tanto plástico no es nada bueno para el ecosistema, espero que el autor haya pensado en ello.

Ahora ha creado un invernadero flotante que ha colocado en el interior del parque de Sonsbeek, en Arnhem. En él, las plantas crecerán gracias a un constante control de la temperatura y los visitantes tendrán la oportunidad de subir por unas escaleras a echar un vistazo dentro.

Bueno, os dejo con las fotos, que son lo que realmente me ha gustado de todo esto de las cápsulas flotantes.


Lo he visto aquí.

octubre 5th, 2008

Simplemente arquitectura…


Algo especial tiene mucha de la arquitectura chilena que veo últimamente y que me atrae sin remisión. No se si será su manera sencilla de construir, la utilización de materiales naturales, su profunda vinculación con el entorno, o lo que es más probable, esa modestia y falta de grandilocuencia que hacen que los arquitectos no tengan complejo ninguno en realizar pequeño proyecto, que convierten en piezas deliciosa.


Y así las cosas, encontrarme con el Mirador de Pinohuacho, no ha hecho más que aumentar la admiración que siento por ellos, en este caso se trata de un joven llamado Rodrigo Sheward, estudiante de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, que lo ha construido como proyecto final de carrera.


Y le ha salido un trabajo tan bello por su sencillez que se me encoje el corazón al mirarlo. Simplemente un cubo abierto de 25 m2 que funciona como mirador, con un pequeño banco y cuyo techo se utiliza como terraza a la que se accede por unas escaleritas. Todo ello fabricado en madera reciclada, sacada de arboles talados en el pasado, transportado al lugar de construcción por bueyes y ensamblado por maestros artesanos de la zona.


Además, a la belleza constructiva hay que sumarle la maravilla del entorno en el que ha sido ubicado, un paraje natural con vistas al volcán Villarrica donde montaña, río y bosque, forman un entorno impresionante visitado por turistas a la búsqueda del contacto con la naturaleza y la práctica de deportes de aventura.


Y es ahí donde está ubicado este maravilloso mirador, que invita sin duda a pasar largo rato en recogimiento, meditando por ejemplo, sobre lo minúsculos e insignificantes que somos comparados con la inmensa naturaleza…



Me admira que este proyecto haya sido desarrollado en su totalidad y con tanta coherencia por un estudiante de arquitectura, lo que me da una pauta de la estupenda formación que deben estar recibiendo en las universidades de Chile, más aún cuando mirando los links de el blog de Rodrigo, he descubierto los trabajos de sus compañeros de promoción, de similares características y también dignos de ser estudiados muy despacito.





Bello proyecto es también el construido por Macarena Araceli Ávila, llamado Descanso en los Viñedos, en el que, como su nombre indica, la estudiante creo un área de descanso en medio de un viñedo y utilizó para ello un ligero toldo, fabricado con piezas de madera, sacadas de las barricas del vino, que proporciona un área de sombra que invitaba a una reparadora siesta entre viñas.




La arquitectura social de la Plaza Nacional ha sido desarrollada en su proyecto por Martín del Solar y Alejandra Liebana en forma de sencilla plataforma, para la que solo hicieron falta 4.800 tablas de deshecho, de la que se utiliza para hacer cajas de fruta, 28.000 cortes y 38 kilos de clavos.


Además la Plaza Esperanza, el Lugar de Oración en el cementerio de Pelarco, el Pabellón Batuco… son otras muestras de los proyectos de alta calidad de una universidad, donde parecen enseñarles muy bien, compromiso con el medio ambiente, empleo de materiales autóctonos, utilidad social de la construcción y armonía con el paisaje.


He conocido el proyecto aquí.


octubre 3rd, 2008

Cartón con olor a café

El estudio de interiorismo b3 designers ha tenido la feliz idea de convertir su estudio en un café muy particular. El Cardboard Cafe que así ha sido construida con 8.000 cajas de cartón que han manejado como si se tratara de ladrillos, construyendo con ellas interesantes y complejas estructuras.


Con este material, cada vez más de moda, han levantado las paredes, la puertas de entrada y por supuesto el mobiliario, tanto interior como exterior. Incluso las bebidas se sirvieron en vasos de cartón reciclado… todo un detalle…


Y esta cantidad de trabajo se lo han tomado los creadores para unirse a los eventos del pasado London Design Festival, que como su nombre indica, se celebró en Londres, una ciudad donde llueve mucho, hecho que no pareció asustarles a la hora de sacar las cajas a la calle.


El trabajo es bastante impresionante y aunque de un sólo uso, según cuentan sus creadores, las cajas aprovechables, se han donado a estudiantes para que elaboren con ellas otros proyectos.


Pues nada, otro pedazo de ejemplo de las ilimitadas posibilidades de este material, tan modesto y quizás por eso, tan creativo…


Lo he visto aquí y algunas fotos las he tomado prestadas de aquí.

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