Un intenso fin de semana para la cosa revolucionaria, que me ha dejado extenuada, por lo que la cabeza me da para algo ligerito. Quizás mañana tenga la cabeza preparada para álgo más contundente.

El proyecto de Kimchi and Chips, Lit Tree, trata de establece una conversación entre una planta y las personas que la observa. Lo hace a través de una proyección de vídeo de unos patrones de luz sacados de sus propias hojas.

El árbol atrae así a los espectadores con una nube de coreografía de luz que puede responder a sus propios movimientos y así cuando los visitantes se acercan, el árbol actúa, cambiando los patrones de la proyección.

Según los artistas, se podría así cambiar la tendencia a proyectar en fachadas de edificios que acabarán dando lugar a un estado de constante confusión y ruido visual para utilizar árboles (si es que lo hubiera) como medios audiovisuales al aire libre, pudiendo planificar las ciudades, de manera que  además de albergar más  naturaleza, sirvieran para organizar visualmente el entorno digital que nos rodea.

Y puesto que la temperatura de la luz producida por una bombilla del proyector de vídeo es similar a la superficie del sol, podría ser que con el tiempo, el árbol, de forma natural, podría reaccionar a la luz que se proyecta sobre ella.

Os recomiendo echar un ojo también a su proyecto A Link, otro proyecto interactivo en el que la gente puede ver sus historias en un paisaje urbano de cajas de cartón. Los participantes graban un vídeo de sí mismos, que se almacena y se repite proyectado en alguna de as caras de las cajas que conforman la escultura.Una manera más humana de mapear una superficie.

Lo he conocido aquí y las fotos son de los artistas.

También quería dejaros, para compensan tanta pieza digital, esta Origami Flotilla de Etienne Cliquet, delicada pieza, en la que el agua y el papel son los únicos protagonistas.