Aunque no conozco el privilegiado paisaje en el que Ivan Juárez ha llevado a cabo su último trabajo, creo entender las razones que le han llevado a crear observatorios en forma de altas silla, cualquiera que desde pequeño haya querido estar en la casita del árbol, lo entenderá seguro.

Según me ha contado, «la intervención Endless, Observatorios del paisaje, fue concebida específicamente para el cráter de la Joya Honda en el desierto de San Luis Potosí, México (Trópico de Cáncer), está conformada por una serie de piezas-observatorio, que a manera de recorrido sensorial proponen establecer diferentes puntos de encuentro entre el espectador y el paisaje.

Lugares para la reflexión personal que proponen nuevas maneras de relacionarse y aproximarse con el contexto. Piezas que surgen desde el propio paisaje, en las que el espectador establece un punto de vista mas amplio, relacionándose con el entorno a través de diferentes escalas y niveles visuales.

Por un lado, la obra propone una reflexión sobre el hombre y su relación íntima con el desierto: la nada, el vacío, la soledad, la inmensidad, el silencio. Al mismo tiempo la obra propone establecer una relación próxima con la árida naturaleza que lo rodea. Contemplar el amplio horizonte, los estratos, el interior del cráter. Reconocer con mayor detalle su geología y cada una de las especies que conforman su flora y su fauna, en donde la naturaleza se desnuda de todo atavío y de todo exceso».

Una intervención que a pesar de su sencillez y aparente amabilidad, debe producir gran vértigo, tanto por la altura y desprotección física que se alcanza sentado en ella, como emocionalmente, por la enorme extensión de naturaleza salvaje que se divisa desde ella, algo a lo que la mayoría de los mortales no estamos acostumbrados. Muy pequeño se debe sentir uno ahí subido.

Me parece una pieza que además de invitar a reflexionar sobre la naturaleza, la soledad y la pequeñez del hombre, puede ser un primer paso para después bajar a explorar todo lo divisado y quizás, acabar pensando en como afrontar empresas personales, que ayuden a conservar tal cual, tan particular paraiso.

Me lo contó el mismo que también me mandó las fotos. Gracias Ivan.