Hoy una entradita corta, que sirve para darme un chapuzón virtual en aguas mediterráneas de la mano de mi estimado Sam3 que últimamente no se prodiga mucho y que siempre consigue que me emocione con sus reapariciones.
Cada vez que miro esta pieza llamada Voluntas, me dan ganas de acercarme al mar, lanzarme y flotar y flotar… lejos… lejos… Para que luego digan que este tipo de intervenciones artísticas, no consensuadas, no aportan gran cosa al paisaje urbano y a la satisfacción de los ciudadanos. Por lo que a mí respeta, por mucho que me hubieran consultado, nunca se me hubiera ocurrido ni remotamente plantear un piezón como este, y nadie se imaginar el inmenso placer que me causaría poder ver todos los dias algo asi delante de mis ojos.
Me pregunto, con cierta pena, cuándo y por qué razón, la expresión artística personal ha dejado de tener cabida en el espacio público, desplazada por una participación ciudadana, para mí gusto, mal entendida y no siempre bienintencionada (mucho que hablar de esto).