Algunas instalaciones de Valentin Ruhry parecen sacadas de una tienda de componentes electrónicos que muestra sus materiales de manera más o menos artística.
Enchufes, interruptores, tubos fluorescentes, bombillas y cables juntos y en grandes cantidades son los elementos preferidos de este artista que tiene trabajos muy visuales, aunque no demasiado novedosos.
Una de sus piezas más interesantes Hello Word, ha sido llevada a cabo con miles de interruptores con luz, que se encienden y se apagan en representación de la simplicidad de la tecnología y el sistema numérico binario de dos dígitos 0 y 1. El mensaje iluminado es un guiño al programa «Hello World» uno de los programas más simples posibles que por tradición suele utilizarse para explicar a los principiantes la sintaxis más básica de un lenguaje de programación. La obra reflexiona sobre las bases de la moderna tecnología que ya parece anticuada.
Wave , es otra pieza de corte minimalista, que ha sido creada con gran cantidad de tubos fluorescentes perfectamente organizados para formar una escultura de luz de apariencia cinética y con forma de ola.