Ahora que llega el veranito, sobre todo en las grises urbes, apetece más que nunca poder pasar las horas de calor en espacios verdes, donde disfrutar de un poco de frescor en contacto con la naturaleza.
Pero el espacio público escasea tanto y más si es de color verde, que una solución lógica es construir estos espacios en altura, como hizo el artista Kevin van Braak en su obra Campingflat, de la que ya hablé aquí, aunque en realidad esta era más una obra crítica, que una solución real a la falta de espacio.
En la misma línea de soluciones espaciales para la ciudad, esta vez con apariencia algo más profesional, la gente de Impor.Export Architecture ha construido su particular Urban Camping, para que los campistas que viajan por el mundo puedan instalar sus tiendas de campaña y disfrutar de alojamiento en centro de la ciudad, usando el menor espacio posible de suelo, y además sin renunciar a una pequeña porción de verde.
En realidad lo veo como un ejercicio de estilo de un estudio que quiere darse a conocer, porque no parece muy cómodo tener pasar una temporada encaramado a las alturas en tan pequeño espacio, aunque tampoco soy parcial al juzgarlo, ya que ni siquiera me gustan dormir dentro de una tienda en espacios abiertos.
Esto me ha hecho pensar en una vieja idea que tenía de poder utilizar provisionalmente los vacíos urbanos situados en zonas de oficina, para construir pequeñas parcelas a lo alto, en las que los trabajadores pudieran comer y tumbarse al sol, antes de retomar la dura jornada laboral.
Bueno, algo divertido e ingenioso aunque tenga dudas de su utilidad, pero me ha provocado una sonrisa y ganas de estar allí, aunque sólo sea por un rato…
Lo conocí aquí.
Espacios verdes para acampar, por todo lo alto
Energías que confluyen en la ciudad de Viena
Lebbeus Woods ha desarrollado el System Wien sobre la idea de que la arquitectura puede ser entendida como una organización de energía en la ciudad, puesto que se compone de sistemas económicos tecnológicos sociales y culturales que interactúan generando dichas energías.
Su proyecto trata, según nos cuenta en su blog «de cómo las relaciones energéticas públicas y privadas en los espacios urbanos puede ser tectónicamente representadas en forma de dibujos y modelos y de cómo las relaciones energéticas existentes en la ciudad pueden ser modificadas por la entrada de nueva energía en forma de intervenciones temporales; así pues el futuro de la ciudad no tiene por qué depender de la energía creativa que se genera con el desarrollo de nuevos proyectos de construcción que requieren grandes inversiones de capital y la aprobación institucional, sino con la redistribución de la energía existente para transformarla en una escala más humana.
Como punto de partida para desarrollar este sistema, se ha tomado la organización espacial de la ciudad de Viena, sus edificios, calles espacios abiertos y las forma en que están actualmente habitadas. Una vez detectada esta organización interna, se representó en papel, mediante líneas construidas en 2, 3 y 4 dimensiones llamadas vectores.
Los vectores que utiliza Lebbeus para sus dibujos, son no sólo símbolos matemáticos que expresar la dirección y la magnitud de las fuerzas activas en un sistema o en un momento sino que también expresan intensidad, conocimiento, afectividad, de las fuerzas activas y latentes de la ciudad.
Lo que quiero decir, es que este hombre ha realizado unos dibujos lineales, partiendo de las energías que ha ido encontrando en el centro de Viena… y no se ha conformado con esta representación, sino que ha tratado de pasarla al terreno real, en forma de barras metálicas, con formas lineales, que representas sus trazos sobre el papel, pero materializados en el espacio real.
Para realizar esta acción, un grupo de personas, fueron depositando estos tubos en espacios públicos de El Primer Distrito de Viena, transformando sus dibujos en papel, en otros en tres dimensiones. Así, con esta instalación, él mismo actua sobre estas energías existentes, transformándolas de nuevo mediante su propia intervención.
La sala de un museo de la ciudad, se acondicionó como espacio para reponer los vectores que serían usados para esta obra en la calle.
En fin, esta teoría de La arquitectura de la energía, es mucho más compleja e interesante de lo que yo estoy contado, pero prefiero, como siempre, que veáis los resultados reales y el que esté interesado indague un poco más en los textos del autor.
Lo he conocido aquí.
Símbolos reales en el ciberespacio
Buena idea la que ha tenido el estudio londinense Pentagram cuando la New Jersey Division of Planning & Community Development les invitó a elaborar una propuesta para This Is Newark, donde debían crear una referencia que identificara la ciudad de Newark y que invitara a que la gente la conociera.
La cosa no era nada fácil puesto que Newark es una ciudad de paso, esa es su principal característica. Cientos y cientos de aviones que van y vienen llenos de viajeros que se desplazan a New York o que en tránsito, se alojan en las inmediaciones del aeropuerto, mercancía que entra y sale de sus puerto y aparentemente poco más…
Los arquitectos debían marcar las puertas de llegada y las direcciones de puntos de interés cultural e histórico de la ciudad, para lo cual les fue entregado un archivo de Google Earth con una vista aérea de la cuidad, para que ellos identificaran a modo de presentación lo que iban a hacer.
Para Newark Gateways, que así se llamó a su propuesta, se les ocurrido ingeniosamente, representar símbolos reconocibles, marcados físicamente en el espacio real, para que cuando se mirara la ciudad desde el avión o desde Google, esos signos, se distinguieran también, de manera que el espacio real en 3 dimensiones y el espacio plano de un mapa se llegaran a interconectar y asociar.
Total que lo que pretenden con esta propuesta, que no se ha llegado a realizar, es usar pintura de un color llamativo, que podría ser naranja o rojo, aplicándolo a la manera tradicional en algunos espacios urbanos que quedarían teñidos por manchas de color con forma de símbolos.
Para que estas represntaciones se entiendan, se usaría el Google Earth, en el que se marcaría cada punto y se insertarían fotos y explicaciones de lo que simbolizan… otra vez mundo real y ciberespacio en conexión.
No veo demasiado fácil lo de pintar las superficies en el mundo real, pero por todo lo demás, la idea me parece de lo más ocurrente.
Lo he conocído aquí.
Mundos hiperreales
El fotógrafo Eric Tabuchi tiene buen ojo para detectar anomalías en el paisaje que él va catalogando por temas con las que construye sus cuidadas series.
Aunque cada tema tiene un objetivo, se puede apreciar en todo su trabajo ciertos rasgos que impregnan su obra de un etilo propio y reconocible.
Destaco en él su gusto por los paisajes desolados, secos y grises, intransitados y cercanos a áreas de carretera de la américa profunda, habitados por decadentes ejemplos de esa postmodernidad de la que nos habló Baudrillard.
Me gusta sobre todo su Monuments Serie en la que el autor ha identificado algún elementos, que ha transformado en los protagonistas de la fotografía, otorgándoles el rango de monumento.
También me resulta interesante su Mobile Home Serie en la que retrata deterioradas caravanas rodantes y su Road Signs Serie en la que el protagonismo lo obstenta extraños signos y carteles de carretera.
Lo he conocido aquí.
El centro de Manhattan, sin coches para siempre
Después de saber que el solar de Lavapies ha sido desmantelado para que algunos vecinos puedan aparcar en las calles del barrio, esta noticia me ha conmovido más de lo que sería habitual.
El centro de Manhattan, concretamente Broadway, entre la calle 42 y la 47 ha sido cerrado al tráfico definitivamente, quedando así la famosa Time Square libre de coches, para que los visitantes puedan deambular tranquilamente, disfrutando de la vista de sus luminosos anuncios, sin tener que preocuparse de morir atropellados.
No es que lo hayan convertido en una plaza propiamente dicha, aún se conserva al estructura de calles que tenía antes, simplemente han sido cortadas por barricadas y policías de trafico que vigilan para que nadie se cuele. Algo tendrán que hacer en ese sentido para convertir este triángulo en una verdadera plaza pública, que se aleje de la concepción más comercial que se tiene de esta zona.
Por ahora la iniciativa popular ha hecho que las calles se llenaran de sillas y de gente conviviendo y tomando el sol, en uno de los tramos, hasta ahora más congestionados de la ciudad.
Con el compromiso adquirido de hacer la ciudad más humana y descongestionada de tráfico, las instituciones han creado unos 200 kilómetros de carril bici por toda la ciudad, se han cerraron los carriles de tráfico entre la calle 42 y Herald Square y hace algunos días se vació de coches Herald Square entre las calles 33 y 35, toda una apuesta por rediseñar los usos de la ciudad para hacerla más habitable y humana.
El éxito de esta iniciativa se debe a que ahora ya se puede gozar de las espectaculares vistas de Time Square, que hasta ahora sólo se podían disfrutar hacinados en un pequeño triángulo de la plaza.
Y como las imágenes resultan suficientemente narrativas, os las dejo para que disfrutéis, aunque sea con la imaginación, de un paseo por medio de la calle Broadway, sin preocuparos de ser atropellados.
Algunos deberíamos aprender de estas iniciativas, y no quiero señalar a nadie…
Lo leí aquí y he sacado fotos también de aquí.
