abril 14th, 2008

Planos de devastación en 2D


No hablo mucho de fotografía, pero el trabajo de Clay Ketter merece una mención en este rincón, porque también surge de la devastación y la ruina, temas cada vez más comunes por aquí.


Este autor, investiga en técnicas de construcción, realizando una fotografía que bajo una apariencia algo minimalista esconde una complejidad que no se consigue con el retoque fotográfico.


Su último trabajo, que se expone en la galería Bartha Contemporary de Londres, me ha impactado. Reunidas bajo el título Gulf Coast Slabs esta colección de fotografías tratan de documentar la desolación arquitectónica que vivió la Costa del Golfo de Mississippi durante el huracán Katrina.


Se centró para ello en los barrios sobre los que más duramente había incidido el huracán. Allí pudo encontrar edificios, en los que la destrucción había sido tan completa que nada quedaba en pie y sólo se conservaban restos de los distintos pavimentos de la casa, que trágicamente perfilaban lo que alguna vez fueron hogares felices.


Con su cámara y ayudado por una grúa, que le permitió tomar fotos desde arriba, retrata esquemas de desolación, trazados con baldosas, linóleos y madera, a los que se superponen restos de vigas y techo caído. Si se observan la imágenes de cerca, según cuentan, se pueden adivinar esparcidos al azar, objetos domésticos que han quedado unidos al pavimento.


Además cuando estas fotos fueron tomadas, las malas hiervas ya habían empezado a reivindicar su espacio dentro del plano, en un metafórico intento de recuperar un terreno que en otro tiempo le fue arrebatado a la naturaleza.


Estas fotos, me transmiten una sensación de limpieza y suavidad que me confunden y no puedo evitar pesar, que lo que estoy mirando no son dramáticas y abruptas ruinas, sino terrenos que el agua ha ido purificando y desbastando hasta dejar las tres dimensiones de la catástrofe, convertidas en dos. Uff… que profundo me ha quedado esto… perdón.


Cool Hunting me lo ha enseñado y las fotos las he cogido prestadas del catálogo de la galería Bartha Contemporary.





abril 12th, 2008

Pintura naranja aplicada sobre la decadencia


Mientras algunos se empeña en esconder las miserias y los fallos del sistemas, otros pocos piensan, que para enfrentarse a la realidad lo mejor es evidenciarla, ponerla delante de las narices, hasta que no haya más remedios que asumirla.


Eso es lo que han hecho los componentes del colectivo Object Orange, formado por 4 artistas locales, que usan el anonimato, por cuestiones legales, y que centran sus acciones en la zona de Detroit, Michigan.


Unidos en una cruzada artística, su intención es llamar la atención sobre los edificios en ruina y la decadencia de su área urbana.


Para ello han hecho acopio de grandes cantidades de pintura del más llamativo color naranja, concretamente el Tiggerific Orange, patentado por la Disney y armados con brochas y botes han organizando patrullas urbanas nocturnas de unas 15 personas y se dedican a pintar de arriba abajo cada una de las ruinas que encuentran a su paso, por las afueras de la ciudad.


En los extrarradios de Detroit hay más de 7000 edificios abandonados, menos de 2000 estan a la espera de ser demolidos, dejando una larga lista en un limbo administrativo que los ha convertido en antros de drogas, prostitución y delincuencia en general.


La administración niega que estas acciones tengan valor artístico, les tacha de vándalos y les persigue, pero sea como sea, de las 11 casas que han pintado, 4 han sido inmediatamente demolidas, cosa que según la administración es pura casualidad y según los artistas es resultado de su iniciativa.


El caso es que, consigan lo que consigan, el efecto de ver esas solitarias y ruinosas casas pintadas de «naranja Disney» es de lo mas impactante, no tenéis mas que mirar las fotos.


Lo he descubierto como no en Gerrilla Innovation y ampliado en Good Magazine a los que también he cogido prestadas fotos. El resto son de Flickr.

abril 7th, 2008

Rojo sobre fondo verde, con pinceladas azules


Me encanta la intervención paisajística que han realizado en la margen del río Tanghe a su paso por la ciudad china de Qinhuangdao.


Me reconcilia «algo» con la nueva arquitectura que se practica en ese país, a la que no tengo en muy alta estima, primero por haber visto con mis propios ojos verdaderas aberraciones cometidas en pro del progreso y después por estar sobresaturada de información, sobre las maravillas arquitectónicas que se están «perpetrando», con la excusa de los inminentes Juegos Olímpicos de Pekín.


Bueno, el caso es que en el Tanghe River Park lo han hecho bien, y sin grandes ostentaciones han conseguido un resultado espectacular, lo que le ha valido un premio de honor de la American Society of Landscape Architects, por una vez coincido con la opinión de un jurado.


Para invitar al uso y disfrute, por parte de los habitantes del pueblo, del maravilloso parque que bordea las margenes del río, lo que han hecho es instalar un banco corrido de llamativo color rojo que se extiende serpenteante a lo largo de medio kilómetro paralelamente al cauce del río.


La bancada es de metal y lleva acoplado un sistema de iluminación y unos huecos por los que la vegetación surge a lo largo de la pieza, también se ha instalado un pasillo de madera, acoplado al banco, que facilita el paseo. El conjunto se complementa con 4 pequeños espacios techados para resguardarse de las inclemencias del tiempo.


La vegetación del parque es de lo más variado, por lo general especies autóctonas, y se combinan con gran acierto, arboles, con flores y con altas hierbas. Aparentemente, parecen haber crecido allí de forma espontánea, pero en realidad fueron elegidas cuidadosamente.


Así, lo que antes era prácticamente un basurero es hoy un agradable sitio de esparcimiento, para los habitantes de la urbe, que pueden disfrutar de un día de playa fluvial. Además, el buen diseño de su iluminación ha conseguido que por la noche se pueda seguir utilizando para pasear.


Esta instalación posee pues la gran virtud de haber urbanizado la zona, sin causar grandes daños en el ecosistema y sin haber mermado su valor ecológico. Algo recuerda a la obra de Goldsworthy.


Y hay que ver qué bien combina el rojo, con el verde de la vegetación y toque azul de las aguas del río. Por esta vez, tengo que reconocer que me gusta. Las puestas de sol parecen bellísimas.


Lo he visto en Yatzer.


abril 7th, 2008

Ruinas contemporáneas en el museo

Otro artista que expone obra destruida en espacios creados para el arte. Se llama Felix Schramm y es alemán, no parece que tenga web.

Su trabajo consiste en introducir dentro de impolutas y blancas salas, auténticos paraísos expositivos donde todo está controlado y vigilado, el caos la destrucción la precariedad y la desolación que el artista encuentra en el mundo real.

Porciones de edificios rotos con restos de sus antiguos usos parecen querer escapar de un espacio perfecto que les constriñe, adoptando para ello las más inquietantes posiciones de desequilibrio, de inmediata ruina y de peligro.

Sus piezas son como collages cubistas en tres dimensiones, donde el blanco sucio, los grises, naranjas y azules, han sido aplicados a planos irregulares, construidos con materiales de baja calidad, llenos de grietas, roturas e irregularidades, que penetran y dañan el espacio arquitectónico frío lujosos y perfecto de la galería.

Y aunque todo parezca surgir de la espontaneidad, en realidad es fruto de grandes deliberaciones, formulas matemáticas y maquetas, que quedan documentadas en cada una de sus exhibiciones, eso resulta chocante pues bajo su aparente casualidad todo está perfectamente controlado.

Ante este trabajo es inevitable pensar en la precariedad de la vivienda, la violencia destructiva de la naturaleza (terremotos, huracanes), y la ruina como expresión artística.

Lo que más me gusta es la sensación de peligro y fragilidad que transmite y también la importancia que el color y la pintura tienen es su arqui-escultura. Lo que menos el regusto final de que todo es pura ficción, con lo que pierde parte de su sentido reivindicativo.

Otro día comentaré la obra de Lisa Sigal con la que Schramm tiene bastantes similitudes. En ambos se proyecta la sombra de Gordon Matta-Clark, revisada y actualizada, ¿o simplemente copiada? por enésima vez.

Lo he conocido por James Wagner y las fotos las he tomado prestadas de la galería Andreas Grimm.

abril 3rd, 2008

Para estar en las nubes


¿Qué me decís de este refugio urbano? verdaderamente tiene muy buenas vistas.

Es obra del artista Leonard van Munster que lo construyó en el 2004 en la azotea del museo Stedelijk de Amsterdam, un edificio de 45 metros de altura, y lo encaramó a un frágil árbol de 9 metros.

Under Heaven, que así se llamó la instalación, estaba inscrita dentro de una muestra de diseño gráfico, por eso las tablas que el artista reutilizó para la construcción de la casita en el árbol, conserva los elementos gráficos originales.


Desde luego la instalación impresiona. Que una modesta y frágil construcción de madera, se alce altanera y desafíe provocativamente la robustez de las construcciones que le rodean, me parece una manera sutil de decir que lo pequeño, lo frágil, puede ser fuerte y resistente, pese a su tamaño.

Como no tengo vértigo, lo que hubiera disfrutado observando desde esa atalaya.

Lo he visto en Vvork.

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