Marc Trotereau además de ser un prolífico diseñador industrial y un creador de series limitadas de objetos, es un observador de las pequeñas cosas que pasan en la calle en las que trata de intervenir poniendo su personal orden.
Según cuenta, es un andarín y un observador apasionado atraído por el ambiente de la ciudad. El espacio público le da la oportunidad de agudizar su curiosidad y su capacidad para fijarse en los detalles. Se trata de un lugar único para crear conceptos espontáneos que interactúan directamente con la gente, y para observar su reacción.
De esta idea surgen sus pequeñas intervenciones urbanas, llevadas a cabo con piezas y basuras que selecciona, clasifica y vuelve a dejar en su lugar de origen en composiciones ordenadas que dan un significado nuevo a tan modestos objetos.


























