Hoy, un poco cansada para escribir, después de un atareado fin de semana, os dejo la última intervención de los amigos de Luzinterruptus, que esta vez se han ido a Varsovia a contar mediante sus luces, el lenguaje universal del reciclaje.
Copio textualmente lo que ellos mismos nos cuentas sobre su instalación Domingo de Reciclaje:
Pensamos este proyecto, con la idea de familiarizar a los vecinos, con los colores que internacionalmente se utilizan para separar la basura.
Para que me perdonéis mi ausencia del Ático estos días, os dejo un hermoso y poético proyecto que mitigará en parte, mi vuelta al duro y tórrido Madrid, después de visitar una increíble y gran ciudad, en la que ha pesar de la civilización, aun se pueden contemplar las estrellas.
Estos avezados alumnos han creado, para el disfrute de todos los londinenses, una colección de 12 nuevas constelaciones que brillan en el cielo como si de las más antiguas y brillantes estrellas se trataran.
La pieza de Judith Hoffman, Slipcover for A School House, trata con sutileza e ingenio el concepto de la degradación y la decadencia, tan extendida por zonas «menos conocida»s de EEUU, y que ha sido fuente de inspiración para gran cantidad de artistas contemporáneos.
En este caso, la artista, ha envuelto en papel blanco la parte delantera de una vieja casa de estilo Schoolhouse en Nebraska, clausurando la entrada, para conseguir un aspecto compacto que lo convierte en escultura de frágil acabado, que el tiempo y el sol irán deteriorando a ojos vista.
Mi falta de tiempo no va a impedir que deje en el Ático alguna cosilla para disfrutar el fin de semana.
Así que sin muchas explicaciones aquí tenéis el trabajo de Michael Beitz, un artista rebosante de humor e ingenio, que transmite a su piezas. Yo me quedo con las más interactivas, mejor si están en el espácio público… una gozada…
Lo he visto aquí y las fotos se las he cogido al autor. Las he puesto ordenadas para que las entendáis mejor aunque si tenéis tiempo (no como yo) mejor que las miréis directamente en la página del autor, donde también tiene dibujos preparatorios dignos de verse.
Las sombras me pierden, creo que ya lo he dicho miles de veces, así que hoy he disfrutado con la instalación The Tenth Sentiment, de Ryota Kuwakubo.
Este artista ha creado una escenografía en miniatura, utilizando objetos de uso cotidiano, sobre los que arroja una fuente de luz móvil, que recorre el paisaje sobre un tren teledirigido, dejando a su paso escenas de una ciudad de sombras proyectada sobre paredes blancas.
Según avanza el dispositivo de luz, descubrimos que la ciudad está formada por papeleras que recuerda las torres de refrigeración, lápices de colores que simulan un bosque, objetos de plástico conforman la arquitectura, pinzas de la ropa que hacen de tendido eléctrico… y así, los continuos pasos del trenecito luminoso, nos van dejando intuir más y más de los misterios que esconde esta particular ciudad.
En fin, un divertimento para la vista que quería compartir con vosotros. Yo lo he visto aquí y las fotos se las he cogido al artista.