Si por cuestiones artísticas tuviera que decidir, qué animales prefiero por las calles, nunca me quedaría con vacas de fibra de vidrio tuneadas por ¿?. Como a veces tengo mala leche, elegiría, por ejemplo, los Machine-animals de Nicolas Lampert.

Me encontré por primera vez con su particular zoológico, en el Moma y desde entonces tenía ganas de dejarlo por aquí. Después, mirando su obra en internet, me di cuenta que ya conocía otros de sus trabajos, los Meatscapes, que aunque muy llamativos, a mí personalmente no me gustan.

Así que me quedo con los collages de sus animales máquina. Una versión libre de antiguas ilustraciones en blanco y negro, en la que insectos y otros animales coexisten, unidos a poleas engranajes, tuercas, y otros mecanismos no demasiado sofisticados.

Nicolas no es un artista urbano, aunque alguno de sus animales ya han estado en la calle, otros en museos e incluso se han convertido en esculturas.

Imaginaos un ejercito de estos animales de tamaño gigante, en nuestras calles, para mí no serían ni la mitad de agresivos que esas vacas que me miran desde todos los rincones turísticos de la ciudad.


Por último, no quiero dejar de referenciar sus Agit-prop, unos subversivos collages, en los que, con sentido del humor, aborda temas tan polémicos como la publicidad, la guerra, el poder, la tecnología o la especulación inmobiliaria…