I Stole The Moon es una sencilla e inteligente instalación llevada a cabo por el colectivo Morfai en Kaunas su ciudad natal.
Pero… quién ha robado la luna?
Geometrías de camuflaje
Hoy quería dejar por aquí, el trabajo de Aaron Hegert un fotógrafo que me resulta especialmente interesante y cercano, y cuyo trabajo está centrado en desvelar todo tipo de geometrías ocultas en el entorno cotidiano y con ellas crear imágenes en la que lo que se ve y lo que se imagina está estrechamente ligado.
Muchas veces utiliza técnicas de retoque fotográfico aunque en otras, él mismo crea sus composiciones o simplemente fija un encuadre y evidencia lo oculto a simple vista.
Un trabajo que me toca bastante de cerca ya que llevo algún tiempo investigando sobre geometrías y desordenes urbanos en mi entorno vital, ese que recorro machaconamente todos los días para ir a mis trabajos. Aunque en el caso de mis imágenes, no hay manipulación más alla de la que me permite la aplicación como Instagram.
Aguas estancadas
Estos días me he encontrado algunas cosas sobre agua y peces atrapadas que me apetecía mostraros, éstas, me han llegado a recordar otras del pasado que también quería compartir.
La primera y más llamativa nada tiene que ver con el arte aunque a simple vista pudiera parecer la instalación de algún artista contemporáneo, o mejor, la escena de una película con argumento distopico en el que la naturaleza salvaje recupera su espacio en un mundo a la deriva sin especie humana que la doblegue.
Lo que ha pasado en un antiguo centro comercial abandonado de Bangkok ofrece un espectáculo de inusitada belleza estética, digna del mejor especialista en efectos especiales.
El centro comercial New World, fue proyectado con 11 planta lo que incumplía todas las normativas urbanísticas, por lo que los 7 primeros pisos fueron demolidos para adaptarse a ella, poco después, en el 1999 el centro comercial se quemó sospechosamente y hubo varias muertes, por lo que el edificio se precintó y ha permanecido abandonado a su suerte durante más de 15 años y el agua de lluvia ha acabado estancándose en su interior formando un embalse natural encerrado entre las paredes de esta contrucción en ruinas.
Concentrando la naturaleza
Hoy os dejo un surtido de instalaciones sobre fenómenos naturales condensados y reducidos a pequeños espacios de intervención producto del trabajo de Alistair McClymont.
Este artista se mueve en el terreno de la ciencia a la que se aproxima a través de disciplinas artísticas como la escultura, la fotografía y el video con las que reproduce para su exposición en espacio expositivos acotados, esos fenómenos naturales, de manera controlad, aunque siempre deje transparentar la sospecha de que hay algo incontrolado en ellos que puede causar temor en los espectadores.
Tornados artificiales, arcoiris a pequeña escala, efectos deformativos de la sustracción de aire en los objetos , una gota de agua flotando… son algunas de sus piezas que podréis ver perfectamente ilustradas en su página.
Fachadas que desafían la gravedad
Ojalá, Zacharie Gaudrillot-Roy ambientara una de sus series fotográfícas de fachadas en Madrid, porque justo como él plasma la realidad urbana es como yo percibo esta dichosa ciudad.
Y es que en este momento, el centro de Madrid es para mí una enorme fachada de cartón piedra, que oculta una realidad degradada y poco higiénica que hasta ahora no hacía falta ver, como un decorado de El Show de Truman con aspiraciones a Strip de las Vegas de bajo coste y de similar falta de gusto, que sirve de pantalla para ocultar una tramoya donde malviven los actores, secundarios pero con encanto, y los que construyen los decorados, una mayoría, menos interesante y que hay que mantener oculta y sometida.
Así las cosas, mientras los que tiene dinero pueden ocupar del espacio público «visitable» con todo tipo de aditamentos conmemorativos e innecesarios y logos de multinacionales presidiendo edificios anteriormente protegidos y ahora salvajemente rehabilitados, paralelamente se está vendiendo, que lo que hay tras el decorado también tiene su gracia y merece la pena ser conocido y vivido, y para orquestar este mensaje, están relajando las normativas hasta hacer de esta trastienda el lugar donde todo vale, siempre que esté al servicio del ocio nocturno, la gastronomía y el consumo de alcohol, convirtiendo estas visitas turisticas, en experiencias canallas que se cotizan al alza en las guías de la ciudad, nosotros los ciudadanos hacemos cursos acelerados de cómo reconvertirnos en camareros.
Paradojicamente, mientras al ciudadano formato estándar le quitan, a golpe de legislación y represión, el derecho a usar y expresarse libremente en el espacio público, todo se relaja si deja divisas en las arcas municipales.