Os quiero presentar el emocionante trabajo de construcciones provisionales llevadas a cabo por el artista Carlos Bunga, en las que espacios expositivos fríos y sin personalidad se convierten en otros mucho más domésticos y acogedores, valiéndose sobre todo de recortes de cartón pintado.
Un trabajo que inevitablemente relaciono con el de Kurt Schwitters del que hable el otro día, y en el que materiales precarios construyen la maqueta a tamaño real de un universo provisional en el que gustaría quedarse a pasar tiempo.
Por suerte hay bastantes textos escritos sobre este artista que hacen innecesarios mis comentarios, aquí y aquí podéis leer algo con más sustancia sobre él…